Un interno de la prisión Sevilla-I ha dado positivo en coronavirus, el primer caso que se ha detectado en un recluso en las cárceles sevillanas, donde además hay siete funcionarios en cuarentena en sus domicilios tras haber dado igualmente positivo en Covid-19.

Según han informado a este periódico fuentes próximas a la prisión de Sevilla-I, el recluso dio positivo el pasado sábado en un hospital sevillano, al que había sido trasladado como consecuencia de una patología previa. En el hospital, fue sometido a la prueba del Covid-19, confirmándose el contagio.

La dirección de la cárcel fue informada ayer del positivo de este interno, por lo que de inmediato se ha desalojado el módulo donde estaba para proceder a la desinfección total de la celda y del módulo completo. La prisión ha contratado los servicios de una empresa especializada para la desinfección, que va a comenzar por este módulo donde estaba el interno, pero que en los próximos días continuará desinfectando otros módulos y zonas comunes del recinto penitenciario. Además, el polideportivo se desinfecta a diario.

También se ha puesto en cuarentena a dos internos que habían tenido más contacto con el preso que ha dado positivo y que, por el momento, están asintomáticos.

Este es el primer positivo por coronavirus de un interno en las cárceles sevillanas, donde hay además siete funcionarios que han dado positivo y que están en sus domicilios cumpliendo la cuarentena. Uno de los funcionarios estuvo hospitalizado, pero ya está en su domicilio. Se trata de seis funcionarios de la cárcel de Sevilla-I y de otro trabajador de la prisión de Sevilla-II, ubicada en Morón de la Frontera.

Para evitar el riesgo de propagación del coronavirus, se han reducido los horarios para que los funcionarios pasen el menor tiempo posible, garantizando el mínimo de trabajadores necesarios para cubrir los servicios.

En la cárcel de Sevilla-II, los militares de la UME realizaron labores de desinfección hace tan sólo unos días y la presencia de los soldados tranquilizó mucho a los internos en plena crisis por la expansión del coronavirus.