Detenido un policía nacional por atropellar, en estado ebrio, a un joven en Sevilla
El agente, fuera de servicio, discutió con una pareja con la que había coincidido en una cervecería de Sevilla Este
Se le imputan hasta tres delitos: lesiones, amenazas y contra la seguridad vial, pues duplicaba la tasa de alcoholemia permitida
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La Policía Local de Sevilla detuvo el pasado 26 de agosto a un agente de la Policía Nacional que, estando fuera de servicio, atropelló a un joven en Sevilla Este. Lo hizo tras amenazarle y mantener una discusión con él. El agente, además, dio positivo en la prueba de alcoholemia que se le practicó posteriormente. En principio se le imputan hasta tres delitos: contra la seguridad vial, amenazas y lesiones. El policía tiene una detención anterior por malos tratos.
Los hechos ocurrieron sobre la una y media de la madrugada del 26 de agosto. La Policía Local recibió una llamada sobre esa hora en la que se le informaba de que se había producido un atropello en la calle Fernanda Calado Rosales, en la esquina con Doctor Madrazo Osuna. Al llegar, fueron requeridos por varias personas, entre ellas una pareja formada 'por una joven de 28 años y un chico de 23.
Ambos explicaron a los policías locales que se encontraban en una cervecería de la zona, cuando ella le dijo a él que quería irse porque se sentía observada y acosada por un cliente del bar, que no paraba de mirarla y en varias ocasiones llegó a pasar muy cerca de ella. Este cliente era el agente de la Policía Nacional.
La pareja decidió marcharse en coche y observaron que este hombre les seguía a velocidad reducida. Giraron hacia la calle Doctor González Caraballo, donde lograron perderlo de vista por unos momentos, si bien al llegar a la avenida Emilio Lemos se dieron cuenta de que el sospechoso les perseguía. Se dirigieron hacia la calle Médicos Sin Fronteras, donde el hombre los adelantó y les obligó a disminuir la velocidad, colocándose justo delante de ellos.
Así, les impidió girar hacia la avenida de las Ciencias, cosa que hicieron unos metros más adelante. Una vez en esta avenida, la pareja circulaba por el carril izquierdo, mientras que el policía nacional ocupaba parte del carril por el que iban, tratando de echarlos de la vía. La pareja aceleró y fue perseguida por el agente. Cuando llegaron al Palacio de Congresos, los jóvenes decidieron cambiar el sentido de la marcha, ya que estaban cerca del domicilio de la chica y no querían que el hombre que los seguía supiera dónde vivía.
Pararon en una señal de Stop y el sospechoso se colocó a su altura. Tras bajar la ventanilla, les increpó y les amenazó diciéndoles "os voy a pegar una paliza y os voy a matar". Finalmente llegaron a casa de él y aparcaron el coche en el parking, cuya puerta de acceso da a la calle Fernanda Calado Rosales. Fue ahí donde el joven se apeó y se dirigió hacia el hombre para recriminarle la situación.
En ese momento, el policía aceleró y se dirigió al joven, que tuvo que apartarse para no ser atropellado. Aún así, recibió un golpe con el espejo retrovisor en el costado izquierdo. Luego, el joven contaría a los policías locales que se había bajado del vehículo para fracturar, con un cenicero, la luna delantera del coche que conducía el agente de la Policía Nacional.
El joven declararía después que había visto los últimos días al policía frecuentando el bar en el que se encontraban, y que le había llamado la atención la cantidad de alcohol que consumía y el estado en el que después se marchaba conduciendo.
Por su parte, el agente aseguró que, cuando circulaba por la avenida de las Ciencias, adelantó al coche de la pareja y éstos le pitaron recriminándole esta acción. Tras ello se inició una discusión entre ambos, que acabó con la rotura de la luna del coche que conducía el policía. El agente dijo que utilizó un palo y no un cenicero. Finalmente, detuvo su marcha en las inmediaciones y avisó a la Policía.
La Policía Local decidió detener al agente de la Nacional, al considerarlo autor de un delito de amenazas graves y lesiones. Se le imputa también un delito contra la seguridad vial, ya que presentaba síntomas de haber consumido alcohol, como una fuerte halitosis, ojos enrojecidos y habla pastosa. En una prueba de alcoholemia, arrojó los resultados de 0,52 y 0,56 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Es decir, más del doble de la tasa permitida para conducir.
El agente fue trasladado hasta las dependencias de la Policía Local, mientras que la pareja fue emplazada a presentar una denuncia por los hechos. Ambos tuvieron que ser atendidos en un centro médico, él por el golpe recibido y ella por el estado de ansiedad y nervios en el que se encontraba.
El policía detenido está destinado en la comisaría de Sevilla Este, donde ha tenido encontronazos con algunos de sus compañeros y cuenta con denuncias de un inspector y un subinspector. También fue detenido hace unos meses por un delito de malos tratos en el ámbito familiar, tras ser denunciado por su pareja, si bien quedó en libertad con cargos.
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