Doulas: Controversia de una figura emergente

La polémica por el informe publicado por el Consejo General de Enfermería pone de relieve la falta de una regulación de una figura con demanda en los paritorios.

Rocío abraza a Unai segundos después de que naciera en su domicilio, ante la atenta mirada de Nacho.
Rocío abraza a Unai segundos después de que naciera en su domicilio, ante la atenta mirada de Nacho.
Noelia Márquez

21 de febrero 2015 - 05:03

El polémico Informe Doulas que publicó recientemente la Dirección General de Enfermería pone de relieve la falta de regulación en torno a estas profesionales que trabajan como asesoras y acompañantes durante el embarazo, parto y posparto. Se trata de una figura emergente con demanda en los paritorios, si bien el Informe Doulas advierte de los riesgos para la salud de la madre y para el bebé que supone una asistencia en manos de personas que carecen de una formación acreditada. Las doulas se defienden ante estas acusaciones y explican que no son personal sanitario, sino asesoras y acompañantes de los padres. En este sentido, este colectivo ya ha reclamado la regulación de su situación.

La institución que representa a los enfermeros acusa, no obstante, a las doulas de intrusismo e incluso de canibalismo ya que, según dice este informe, "recomiendan comer la placenta y encapsularla", entre otros consejos. En sus conclusiones, el Informe Doulas dice: "Están siendo invadidas al menos ocho competencias generales -de las matronas-, 10 competencias específicas y 42 subcompencias o criterios de realización", según la orden (SAS/1349/2009, de 6 de mayo) por la que se aprueba y publica el programa específico de la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matrona), al realizar una comparativa con las actuaciones que realizan las doulas.

En esta guerra abierta, las doulas recuerdan que su trabajo existe y prolifera porque hay una demanda real en los paritorios. "En lugar de acusar a las doulas deberían preguntarse por qué existen", explica Soledad Guinea, enfermera y doula sevillana que asiste a partos en casa. Como doula, Guinea también acompaña a las mujeres que así lo eligen durante el parto en el hospital.

"Las mujeres no quieren arriesgarse a llegar al hospital y depender de la suerte, no quieren dejar el parto al azar y prefieren estar acompañadas. Ése es el trabajo de la doula", explica Guinea. "En esos momentos aporto acompañamiento y seguridad", añade. La incertidumbre y el desconocimiento sobre los procesos asistenciales, e incluso sobre sus derechos, desde que entran en Maternidad genera, a veces, situaciones de angustia a los futuros padres. "¿Qué ocurre en el sistema para que las mujeres demanden un acompañamiento?", cuestiona esta doula y enfermera. En comunidades autónomas como Cataluña o Madrid las doulas ya han proliferado en los últimos años, mientras que en Andalucía estas profesionales han comenzado a emerger y aún no están organizadas.

En el caso de Soledad Guinea, además de ofrecer servicios como doula, se está preparando para obtener la titulación de matrona. "Muchas veces nos llegan mujeres que han tenido una experiencia traumática con un primer hijo y que desean tener el segundo en mejores condiciones", explica. Suelen ser mujeres que eligen un camino intermedio, según explica Guinea, al reseñar que son madres que prefieren dar a luz en un hospital pero con una persona que las cuide en todo momento. La cadena asistencial provoca que una mujer sea tratada por distintos profesionales en las distintas áreas: Urgencias, dilatación y paritorio; y en espacios o salas distintos, que terminan desorientando en muchos casos a las futuras madres. Esta realidad en Maternidad provoca que la asistencia se despersonalice en un momento tan decisivo como es el nacimiento de un hijo. "Mi labor es acompañar y apoyar, pero no interfiero en el trabajo del personal del hospital", asevera Guinea.

Rocío López de la Chica, una madre sevillana, dio a luz el 17 de diciembre de 2013 en su casa y contó para ello con la asistencia de una matrona privada y una doula, Soledad Guinea. "Para dar a luz en mi casa realicé un curso de cuatro meses en los que me formé y me preparé tanto físicamente como emocionalmente", explica López de la Chica. "Fue una experiencia preciosa y tengo muchas ganas de repetir. Llegé al momento del parto muy preparada, tanto en lo que se refiere a mi cuerpo como a mis emociones", añade. El apoyo emocional y psicológico de la doula fue clave para esta madre.

La asociación nacional El Parto es Nuestro,que está integrada por usuarios de los servicios públicos de salud y por profesionales que trabajan por mejorar la asistencia durante el parto, ni defiende ni rechaza el papel de las doulas. Esta entidad reconoce que, en todo caso, "la mujer debe tener la posibilidad de elegir estar acompañada y por quién en el momento del parto; así como obtener información veraz de la asistencia que recibe en todo momento", concluye Lourdes Cerezuela, presidenta de esta asociación nacional.

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