El concejal es desde  mediados de julio vocal en el Consejo Social de la Universidad de Sevilla. ¿Y esto para qué sirve?, se preguntarán algunos. Otros intentarán ver en el nombramiento una salida para completar el sueldo. Pero no es así, la única remuneración son unas dietas por asistencia a las reuniones que son prácticamente simbólicas. Y otros verán una estrategia de partido, que tampoco se corresponde con la realidad. El nombramiento lo hace la Universidad de Sevilla y Espadas ocupa uno de los puestos cuya designación corresponde al Parlamento. No hay lectura política, sino oportunidad de conocer las necesidades y los recursos actuales que se pueden poner a disposición de la comunidad universitaria que no en vano representa el 10% de la población de la capital. Espadas, que se siente desaprovechado en la oposición, está convencido, por ejemplo, de que se puede elevar el compromiso de mecenazgo de determinada empresas y entidades con los universitarios a través de becas o ayudas. Y quiere actuar en ese ámbito y aprovechar la experiencia, claro. La Universidad ya tiene sus propios cauces con el Ayuntamiento. Espadas está tanteando el terreno y quizás en sus planes de futuro contemple una concejalía de Universidad. Podría ser, pero es pronto para hablar de programas.