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OBITUARIO

Fallece Miguel Loreto, eterno capataz del Señor de la Sentencia

Miguel Loreto delante del paso del Señor de la Sentencia.

Miguel Loreto delante del paso del Señor de la Sentencia. / Hermandad de la Macarena

"Descanse en Paz don Miguel Loreto Bejarano, eterno capataz que ya goza de la humilde mirada de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia". Con estas palabras anunciaba la Hermandad de la Macarena a través de su cuenta de Twitter el fallecimiento de quien fuera durante más de 30 años capataz del paso del Señor del Señor de la Sentencia. Miguel Loreto, un auténtico mito en la cofradía de la Madrugada, falleció en la mañana de este domingo a los 68 de edad en el Hospital Virgen del Rocío. En los últimos años se encontraba ingresado en el Hospital de la Santa Caridad y se encontraba aquejado de un cáncer de garganta.

Macareno desde la cuna, Loreto formaba parte de una saga familiar con fuertes raíces macarenas. Antes de incorporarse a la cuadrilla del Señor de la Sentencia en 1977, vistió la túnica de nazareno durante siete años y acompañó al Señor como armao durante otros once. Permanece bajo las trabajaderas tan sólo un año y en 1978 acompaña ya como segundo capataz a Alejandro Ollero. En 1980, releva a Ollero como capataz y se mantiene en el cargo hasta 2011, cuando se vio obligado a retirarse por sus problemas de garganta y movilidad.

Antonio García, fiscal de la Macarena: "Miguel tenía un carisma tremendo. Era un macareno excepcional"

Él mismo reconocía que como capataz no era muy bueno, pero su falta de técnica la suplía con su gran personalidad, sentimiento y una devoción desmesurada hacia el Señor, como asegura Antonio García, hoy Fiscal de la Hermandad y durante muchos años costalero a las órdenes de Loreto: "Miguel tenía un carisma tremendo. Era una persona muy cercana, un macareno excepcional. La cuadrilla estaba a muerte con él. Él le dio una gran dimensión a la devoción al Señor de la Sentencia". Como persona, los que le conocieron le definen como alguien único e irrepetible, bueno en todos los sentidos, con una personalidad bohemia y, sobre todo, macareno por encima de todo.

Con su voz ronca y partida, eran célebres sus frases de ánimo y aliento a sus hombres. También son muchas las anécdotas que jalonan su trayectoria. "Cuando veía dificultades miraba al Señor y decía que escuchaba las órdenes que tenía que dar para seguir adelante", recuerda García.

Javier Prieto, capataz: "Para mí fue muy emocionante la llamada que hizo al paso del Resucitado"

La última vez que Loreto tocó un martillo fue el pasado Domingo de Resurrección. El paso del Resucitado avanzaba por la calle Sierpes comandado por Javier Prieto, auxiliar de Antonio Santiago que también es capataz del Señor de la Sentencia: "Miguel estaba allí en su silla de ruedas. A la altura del Labradores llamó al paso y pudo hacer una chicotá con nosotros. Parecía que venía todo el camino. Fue muy natural. Le pidió salud al Señor y se marchó con la cara llena de paz y tranquilidad. Para mí fue muy emocionante".

El hermano mayor de la Macarena, Manuel García, también recordó para este periódico la figura de Loreto: "Era una institución. La cuadrilla le seguía a muerte".

Entre las frases que Loreto dejó como capataz hay una que este domingo fue muy recordada: "Si hoy no habéis visto a Dios es que estáis ciegos". Desde este domingo, este macareno irrepetible ya mira a los ojos a su Dios de la Sentencia.

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