Fin de semana aciago para las dos principales fiestas mayores de la ciudad. Si el sábado se confirmaba que Sevilla no tendrá pasos en las calles 87 años después, el domingo le tocó el turno a la Feria de Abril. Este año se celebrará en la segunda mitad de septiembre, siendo la semana del 21 al 27 el escenario perfecto al coincidir con las fechas reservadas en el calendario para los festejos taurinos de la Feria de San Miguel. Juan Espadas acordó la suspensión de los trabajos de montaje argumentando la importancia de adoptar todas las medidas necesarias para contribuir a la lucha contra el avance de la pandemia del coronavirus y proteger la salud como objetivo principal y prioritario de cualquier decisión municipal.

La Feria no se celebrará la última semana de abril. Eso ya es seguro. El alcalde socialista propondrá desde hoy a los distintos grupos políticos de la Corporación municipal y a los distintos agentes sociales y económicos su aplazamiento a la segunda quincena de septiembre. Esta nueva fecha se plantea con el objetivo de que contribuya, una vez que se pueda superar esta grave crisis sanitaria, a la necesaria recuperación económica y de empleo en la ciudad, así como a los planes que se pondrán en marcha de promoción de la ciudad y recuperación del sector turístico.

La idea de Fiestas Mayores es que coincida con la semana reservada para la Feria de San Miguel, que ya tiene programada tres corridas de toros para los días 25, 26 y 27 de septiembre. El representante de la empresa Pages, el empresario Ramón Valencia, fue más allá al desvelar que “la intención” es recuperar los festejos que se perderán durante la Feria de Abril en septiembre, “coincidiendo con la Feria de San Miguel”. Desde el gobierno socialista apuntan que la idea es fijar la fecha exacta lo antes posible, pero toca dialogar con los sectores afectados y los distintos grupos políticos de la oposición. Esta decisión sin precedentes en la ciudad se adoptó ayer durante el comité de seguimiento presidido por el alcalde socialista dentro del Plan de Emergencias Municipal activado en estos momentos en Nivel 1.

El gobierno socialista apunta que la idea es fijar la fecha exacta lo antes posible

Si aún no está clara la nueva fecha para la Feria de Abril, menos aún su formato. Fiestas Mayores seguirá trabajando en los próximos días en planteamientos distintos al de repetir el formato largo que fue implantado por primera vez en 2016 para “favorecer la conciliación laboral y familiar de los sevillanos”. Lo más factible es encajar la semana de farolillos del lunes 21 al domingo 27. Esta revisión del calendario afecta de lleno al festivo local que viene utilizándose en los últimos años. La idea del equipo de Juan Espadas es retrasar la festividad de San Fernando a la nueva fecha que tenga la Feria. El gobierno optó este año por mantener el miércoles 29 de abril como una jornada festiva local al caer el día (30 de mayo) del Patrón de la ciudad, damnificado en los últimos años, en sábado. El 1 de mayo, Día del Trabajo, era el viernes de farolillos, por lo que iba a contar con un puente nacional en su final.

La decisión del aplazamiento de la semana de farolillos se ha adoptado este fin de semana, ya que en los próximos días se tenían que adoptar medidas que iban a suponer que se incurriera en gastos importantes, tanto por parte de la Administración como por parte de los particulares, sin que haya garantía alguna de celebración de la Feria en estos momentos. De las arcas municipales iba a salir un millón de euros para sufragar el coste de la iluminación del recinto. Otro hito que estaba cercano era la colocación del revestimiento en la Portada, algo que no iba a permitir mantenerla en buen estado hasta después del verano.

Los técnicos elaboran un plan de seguridad para proteger el recinto hasta la celebración

Aunque el estado de alarma y el Nivel 2 del Plan Territorial de Emergencias autonómico se han acordado por un horizonte temporal de 15 días y resta más de un mes para la Feria de Abril, el gobierno socialista ha considerado que estas resoluciones y las recomendaciones sanitarias para frenar el avance del coronavirus son incompatibles con el desarrollo de trabajos previos en el real de la Feria, tanto del montaje de la Portada como de las casetas, iluminación y demás elementos necesarios. Insistieron en que no existen las garantías suficientes para la realización de contrataciones y la ejecución de gastos por parte de la Administración que debían cerrarse en esta misma semana y los particulares podrían tener que incurrir en gastos previos.

Fiestas Mayores considera septiembre como la mejor opción “para el despegue de la ciudad” tras reunirse con representantes de los distintos sectores. La semana de farolillo coincidirá con la Bienal de Flamenco y otros eventos de la ciudad. La estrategia apuesta por ese mes para salvar los muebles tras la grave crisis sanitaria que se vive en la actualidad. El otro mes propuesto para celebrar la fiesta es junio, pero consideran los técnicos que no será posible terminar de montar un recinto al que le faltan entre 30 y 45 días de trabajo. La delegación trabaja en un plan de seguridad para proteger los elementos ya instalados en el real sin que ni el Ayuntamiento ni los particulares tengan que desmontar el montaje adelantado hasta este fin de semana.

Una joven pasea con su perro ayer junto a una caseta con el montaje avanzado.