La Fiscalía de Sevilla no ha detectado a priori ninguna situación de desamparo en el caso de la niña saharaui de siete años que reside con un matrimonio de Villaverde del Río, según confirmaron ayer fuentes de la sección de Protección del Menor.

La madre biológica, Ghedjemoula Mohamed Bibat, compareció el 20 de diciembre ante un fiscal de Protección de Menores, al que expuso la supuesta negativa de la pareja a devolverle a su hija. En esa comparecencia, la mujer saharaui relató que el 22 de octubre se personó en el domicilio de esta familia para llevarse a su hija, algo que le fue impedido "con la excusa de que la niña estaba bien atendida y que ella iba a llevársela al desierto, donde no podría criarse en las mismas condiciones de salud y de atención escolar".

Fuentes de la Fiscalía confirmaron ayer que el matrimonio de Villaverde ha sido citado a una comparecencia. En principio, desde el Ministerio Público se considera que la niña no ha estado en una situación de desamparo "en ningún momento", por lo que no hay motivos para privar a la madre biológica de la guarda y custodia legal.

En cuanto a la denuncia presentada por la mujer, la Fiscalía no tiene aún constancia de la misma. La denuncia atribuye a los padres un delito de sustracción de menores del artículo 223 del Código Penal, que castiga con penas de entre seis meses y dos años de cárcel a quienes "teniendo a su cargo la custodia de un menor de edad o un incapaz, no lo presentare a sus padres o guardadores sin justificación para ello, cuando fuere requerido por ellos".

En cuanto al hecho de que ninguna Administración pública ni el propio Ministerio Público tengan constancia de este tipo de acogidas, la Fiscalía entiende que al tratarse de entregas voluntarias de menores no es necesaria la intervención de las autoridades, al igual que unos padres no informan a ninguna institución cuando dejan a sus hijos durante un fin de semana con otros familiares.