Un hombre resultó herido grave el pasado martes tras recibir al menos dos puñaladas, en un suceso que apunta a un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas. La víctima sufre una herida en el abdomen y otra en la pierna y se encuentra ingresada en el Hospital Virgen del Rocío. Los hechos ocurrieron la tarde del martes en la calle Lebreles, en el barrio de Madre de Dios.

La víctima es un consumidor habitual de drogas, que podría tener una deuda con uno de los narcotraficantes de la zona. Varias personas la persiguieron al verle por la calle, hasta alcanzarle y darle dos puñaladas. El hombre fue después trasladado al Hospital Virgen del Rocío.

La Policía Nacional ha abierto una investigación de los hechos, sin que por el momento haya sido detenida ninguna persona en relación con este apuñalamiento. La calle Lebreles es uno de los puntos calientes del tráfico de drogas en la barriada de Madre de Dios, muy cerca del barrio de Los Pajaritos.

En julio de 2022, la Policía desarticuló en esta calle una organización criminal dedicada al narcotráfico, en una operación en la que fueron detenidas 18 personas. Este grupo tenía en Lebreles varios puntos de venta y una plantación indoor de marihuana. La Policía hizo siete registros domiciliarios, en una operación en la que participaron más de un centenar de agentes de distintas unidades. 

En esta operación, denominada Bozal, se requisó cocaína, cocaína rosa, hachís, MDMA, marihuana y Viagra. En total se intervinieron más de 70 kilos de estupefacientes, 11.000 euros y diversos utensilios para el pesaje y la distribución de drogas. También se decomisaron armas simuladas, joyas y teléfonos móviles. 

Uno de los puntos de ventas estaba decorado con motivos relacionados con el narcotráfico y tenía habitaciones con máquinas recreativas, juegos de azar, una barra y hasta una vitrina en la que se exponían los diferentes tipos de drogas. Los vendedores vestían un uniforme de trabajo compuesto por una camiseta y pantalón con serigrafías de Pablo Escobar y el eslogan Plata o plomo. Los narcopisos estaban asegurados con sistemas de videovigilancia exterior y puertas blindadas. 

En mayo de 2021, un hombre de 34 años de nacionalidad marroquí murió en el Hospital Virgen del Rocío once días después de recibir una brutal paliza en esta calle. La víctima fue apaleada la noche del 14 de mayo y fue hallada por una vecina inconsciente y con las pulsaciones bajando. Mientras esperaban a la ambulancia, el hombre llegó a sufrir una parada cardiorrespiratoria. Uno de los policías le practicó una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) y le salvó la vida en un primer momento, aunque finalmente falleció en el hospital once días después. 

El Grupo de Homicidios detuvo a varias personas relacionadas con este crimen, si bien después fueron puestas en libertad al no poder acreditarse la autoría de los hechos.