Un referente en España en el cuidado de enfermos de cáncer. El Hospital Universitario Virgen Macarena, en Sevilla, contará con un nuevo centro de oncología dotado de los sistemas más modernos y avanzados para tratar a este tipo de pacientes, en el que primará su confort. Así lo ha anunciado este martes la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, tras la firma del protocolo general de actuación con la Universidad de Sevilla (US). Este servicio se instalará en el actual aulario de la Facultad de Medicina, que será reformado para adaptarlo a los nuevos usos. No hay, por ahora, fecha para el inicio de las obras -que durarán dos años- ni para su puesta en marcha. En este proyecto se invertirán seis millones de euros. Su funcionamiento conllevará mejoras en el Hospital de San Lázaro. 

El nuevo emplazamiento, como ha reconocido la consejera, lo venían reclamando desde hace años los usuarios de este servicio, que actualmente se presta en los sótanos del hospital, cuyo uso quedará limitado a la tecnología radioterápica (TAC y aceleradores lineales), que deben estar en búnkeres y soterrados con aislamiento específico.  

El Centro de Oncología, anexo al centro hospitalario y con una superficie de 4.000 metros cuadrados, dispondrá de 16 consultas externas (11 de oncología médica, tres de hematología y dos para enfermería oncológica), seis despachos y dos salas multiusos. El Hospital de Día Oncohematológico, dedicado a la administración de tratamientos y consultas, se ubicará en la planta baja del nuevo centro y contará con una extensión de 1.340 metros cuadrados. Otros 157 metros se dedicarán a salas de espera para pacientes y familiares así como para una terraza exterior. De igual modo, el nuevo centro tendrá nueve consultas destinadas a pacientes en ensayos clínicos y del servicio de oncología radioterápica.

Cambios en San Lázaro

La consejera de Salud, Catalina García; el rector de la US, Miguel Ángel Castro; y el gerente del SAS, Diego Vargas, durante la firma del protocolo de actuación.

Entre las ventajas que aportará este servicio se encuentran los espacios destinados al trabajo de los profesionales de radiofísica hospitalaria y oncología radioterápica. “Al trasladarse aquí el Hospital de Día Oncohematológico, se libera el sótano del hospital general, donde se encuentra actualmente y al que se mudará el Hospital de Día de Medicina Interna del Hospital San Lázaro. Este cambio, a su vez, permitirá ganar un ala de hospitalización en San Lázaro y, con ello, se reducirán las habitaciones de tres camas en el Macarena”, ha explicado la titular de Salud y Consumo, que ha asegurado que “atendemos así una reivindicación histórica y una necesidad de este gran hospital sevillano”.

Una de las características del nuevo Centro de Oncología será la creación de estancias luminosas, gracias a la instalación de una claraboya en el techo del edificio; las ventanas al exterior y terrazas; así como el mobiliario de un color que aporte "positividad". "Se busca, en todo caso, no sólo prestar una asistencia de calidad, sino lograr el mejor confort para los pacientes oncológicos", ha subrayado la consejera. 

El nuevo campus de Medicina

La firma del protocolo general entre Salud y la US incluye también el nuevo campus de Medicina planteado por la Hispalense hace varios años y para el que se abrió un concurso en 2022. El proyecto ganador -de los ocho presentados y que obtendrá un premio de 9.000 euros- se dará a conocer a principios de marzo, cuando hay prevista también una exposición con todas las propuestas registradas. 

La nueva Facultad de Medicina dividirá sus 22.000 metros cuadrados de superficie en cuatro grandes áreas. Por una parte, la de servicios generales, que con 4.000 metros incluirá la biblioteca, sala de estudio, salón de actos, decanato y secretaría. Con otros 7.400 metros se dispondrá el área de docencia, que engloba las aulas teóricas, informáticas, seminarios, laboratorios docentes y las aulas de hospital simulado. En tercer lugar, el área departamental dispondrá de 3.000 metros para sus 11 especialidades y, por último, la zona de investigación, con 20 laboratorios y dependencias auxiliares, que requieren de 17.500 metros. 

Este nuevo campus, en palabras del rector de la Hispalense, Miguel Ángel Castro, "pone fin, después de muchos años de espera, al problema de unos espacios vetustos y unas infraestructuras obsoletas cuya vida útil está ampliamente superada". Por tal motivo, la facultad, una vez acabadas las obras (que en un principio deben comenzar en 2024), ofrecerá "una imagen identitaria" frente a "la sucesión de fragmentos que actualmente la componen". Debe recordarse que los primeros edificios se construyeron en la década de los 40 y el resto se fue agregando a partir de los 70 de manera poco coordinada. 

Vegetación y eficiencia energética

Entre los criterios que han regido a la hora de redactar los proyectos, se encuentran que la nueva facultad se convierta en un referente en cuanto a la eficiencia energética y la sostenibilidad, de ahí que en su ejecución deban combinarse tanto factores de acondicionamiento activos eficientes como pasivos. En su diseño, por tanto, prevalecerán la vegetación y "una acertada implantación urbana".

Para la elección del proyecto ganador, se convocó un concurso -a nivel europeo- con un plazo de presentación de ideas que concluyó el 1 de junio del año pasado. Se constituyó un jurado presidido por el director general del Espacio Universitario de la US, Francisco Montero Fernández. En cuanto al coste de esta reforma y rehabilitación, en su momento no trascendieron las cifras, aunque sí la voluntad (junto a la Consejería de Salud, de ahí su inclusión en este protocolo) de buscar financiación externa. En concreto, según detalla la Hispalense, se trabaja para lograr los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, puesto que se trata de un proyecto estratégico.