Cuando se atraviesa la puerta del hotel Don Ramón, se respira lujo y un aroma intenso a Sevilla. Naranja, azahar y limón sin que moleste el ruido de la calle, a pesar de estar en pleno centro, justo en el encuentro entre la calle Trajano y la Plaza del Duque. 

Todo está medido en este cinco estrellas gran lujo del grupo Kaizen. El primero de los patios, el de los limones, recuerda el pasado más reciente de este palacete del siglo XV como sede de la Cámara Agraria. Un azulejo dedicado a San Isidro Labrador fechado en 1961 queda como testigo. Aquí es donde se desayuna y se puede disfrutar del restaurante del hotel, El Limón. 

La presentación en sociedad del hotel fue el pasado 17 de junio, pero en realidad lleva funcionando desde mediados de febrero. "En Semana Santa estuvimos casi al completo", explica la directora Saray Castaño. En total son 26 habitaciones que van desde la doble Delux a las Suites en un recorrido histórico que va desde Al Andalus a la época mozárabe y al Nuevo Mundo.

La directora, Saray Castaño, en el patio de los naranjos.

Don Ramón es el tercero de los hoteles gran lujo del grupo presidido por María Luisa C. de Azcárate. Se une a la Casa Palacio María Luisa de Jerez y La Malvasía en El Rocío. Pero los hoteles, también cuentan historias y con este se pretende hacer un guiño a aquellos sevillanos que fueron a hacer fortuna a América y volvieron para invertir en la ciudad la fortuna conseguida. Una línea argumental que cuentan desde la vajilla personalizada de la Cartuja o los maceteros de Guadarte y que está perfectamente ejecutada por la interiorista Alejandra Pombo y los tejidos de Fernando Claro.

Con detalles tan curiosos como que los azulejos imitan a los del Real Alcázar o la tela encolada que recubre las paredes de los pasillos o que no hay habitación número 13. Su nombre es precisamente Alcázar.

La barra del restaurante El Limón.

El arquitecto de la rehabilitación ha sido Pedro Rodríguez de Pineda y la marquetería y carpintería es obra de José Ignacio Soto. Porque todos los detalles aquí son importantes. La vida, como en las casas sevillanas, gira en torno a los dos patios, el de los limones y el de los naranjos. "Nuestros huéspedes encuentran la esencia de la ciudad nada más entrar", asegura la directora. 

Servicio para la excelencia

El precio de las habitaciones varía de los 450 o 480 euros a los 1.200-1.300 euros la noche. "Nuestro cliente tiene un perfil turístico sobre todo internacional. La mayoría son estadounidenses, siguen los procedentes del Reino Unido, Francia y Asia". La estancia media es de dos días y media más o menos.

La decoración está especialmente cuidada.

Un turismo de lujo que necesita "inversión en el aeropuerto para traer más líneas internacionales. Hay clientes para este tipo de productos y Sevilla es uno de los destinos con más potencial para el turismo de lujo. La ciudad no tiene una estacionalidad y este tipo de viajero, sobre todo el americano y el asiático, no son estacionales", afirma la directora de Don Ramón. 

Las habitaciones tienen un cuidado diseño.

Una de las características de este hotel es que se han integrado la tecnología para que todo esté a beneficio del cliente. Tanto la insonorización, como la geotermia o la aerotermia está pensada para crear la máxima comodidad en un edificio sostenible y comprometido con el medio ambiente y la eficiencia energética. 

Proyectos

Aunque está prácticamente recién abierto, Don Ramón tiene planes de futuro que tienen mucho que ver con la ampliación por la calle Tarifa. No se trata sólo de pasar de 23 a unas 40 habitaciones, sino también de tener un gimnasio y un salón para encuentros y poder entrar en el segmento de Congresos e incentivos. 

Más próximo en el tiempo está la apertura de la terraza al público sevillano, que ya puede disfrutar del restaurante El Limón, donde cocina de vanguardia hecha con productos locales llega a la mesa de la mano de la chef Gema Cuaresma.  Como muestra, el menú degustación (65 euros por persona).