Obituario

Muere Ismael Yebra, médico y director de la Academia de Buenas Letras de Sevilla

Ismael Yebra en el patio de su casa

Ismael Yebra en el patio de su casa / José Ángel García (Sevilla)

Ismael Yebra Sotillo ha fallecido hoy en Sevilla a los 66 años de edad víctima de una enfermedad contra que luchaba desde hacía varios años. Con el fallecimiento del doctor Yebra se pierde la figura de un médico que fue mucho más allá del ejercicio de su especialidad, la Dermatología. Yebra se caracterizaba por su alto nivel científico, su vocación humanística propia de un hombre del Renacimiento y su carácter afable y desinteresado. Ha muerto como director de la Real Academia de Buenas Letras, académico de la Real de Medicina y patrono de la Fundación Cajasol.

Pero sobre todo ha fallecido el vecino del entorno de la Alfalfa y el médico de decenas de religiosas que oran y laboran en sus cenobios. Muchísimos años de su vida se dedicó a atender a las monjas de conventos de Sevilla y de toda España. Tan era así que les dedicó libros y artículos de prensa. Sus vacaciones las solía pasar en la hospedería de algún convento, alejado de los ruidos urbanos. Muy vinculado a Umbrete, donde le gustaba pasar días de descanso, y con un fino e irónico sentido del humor. Cultivaba una buena amistad con muchos de sus vecinos. En sus libros solía hacer referencias a la infancia y a la tierra de Castilla y León a la que estaba vinculado por sus padres. Una de sus frases preferida era: "La siesta es como la noche fingida". 

Yebra vivía plenamente arraigado en el barrio de la Alfafa, donde residía, tenía su consulta profesional, contaba con la cercanía cotidiana de su hermano Pepe y radican la cofradías que le gustaban.  El doctor Yebra era colaborador semanal en las páginas de Opinión de Diario de Sevilla

Estaba casado con Victoria Mateo y era padre de dos hijos: Victoria y Daniel.