Ladran, luego cabalgamos
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'Quijotes' de Dalí, Saura, Doré y Gregorio Prieto en la muestra conmemorativa del cuarto centenario de la muerte de Cervantes que se inaugura hoy en la Casa de la Provincia
Juan Ángel Corzo es auditor de sistemas de gestión de empresas y escribe ensayos sociológicos. Con esa dedicación, este hombre nacido en Linares tiene más de cuatrocientas ediciones del Quijote, muchas heredadas de su padre, boticario amigo del médico que asistió a Manolete. "Estaba preso en la guerra y mis hermanas quemaron casi todos los libros por si registraban la casa".
Algunos de esos Quijotes se pueden ver en la exposición Cabalguemos que de forma altruista y privada se inaugura esta tarde (19:30) en la Casa de la Provincia. Corzo comparte tareas de comisario con Juana Muñoz, presidenta de la Asociación Feria del Libro. "Llevamos todo el año buscando una sala, pero no había manera, estaba todo copado".
Los que asistan a la inauguración serán obsequiados con un ejemplar del libro Sevilla en tiempos de Cervantes de José Manuel Caballero Bonald, que hoy cumple noventa años. Ayer ultimaban los detalles del montaje. Belleda López Montero ha hecho una didáctica cronología de Cervantes y Lluvia Vega ajustaba las camas, nombre técnico de los soportes de los libros, algunos con un valor cultural y sentimental incalculables.
Hay Quijotes ilustrados por Dalí, Mingote, Antonio Saura y Gregorio Prieto, el manchego de Valdepeñas que fue amigo de los poetas del 27. Un Quijote en papel biblia con ilustraciones de Gustavo Doré. Capítulos redactados por alumnos del colegio Miguel de Cervantes de Marbella. El Quijote en el cine -lo encarnaron, entre otros, Fernando Rey, Fernando Fernán Gómez, Cantinflas, Juan Luis Galiardo o Akim Tamiroff-, en la cocina, con el estudio de Lorenzo Díaz, o en el cómic, con los dibujos de José Ramón Sánchez, el cómplice ilustrado del triunfo de Felipe González en los comicios del 82.
Compendio de las Españas que recorrió aquel hidalgo, los ex libris los aporta José Miguel Valderrama, presidente de la Casa de Navarra en Sevilla; los dos volúmenes de Gregorio Prieto los patrocinó el Gobierno vasco. Hay joyas bibliográficas como el Cabrera, que editó el del tercer centenario; el Suñé, padre e hijo catalanes que recopilaron 647 ediciones en una docena de idiomas; el Asensio con un ejemplar personalizado para Alfonso XIII; el que salió de la Imprenta Real de la calle Tetuán con la lista de doscientos suscriptores encabezada por el duque de Montpensier y la condesa de París.
El editor Gonzalo Losada financió desde Buenos Aires el viaje que Azorín hizo para escribir la Ruta del Quijote siguiendo los itinerarios de Cervantes como cobrador de tasas y tributos. Un libro en miniatura de los llamados crisolines que Aguilar regalaba a sus suscriptores en Navidad.
"Ladran, Sancho, luego cabalgamos". "Cabalguemos suena a aventura quijotesca", dice Belleda, con Juana Muñoz "las maritornes de la venta". Estos locos van a impedir que el centenario de Cervantes pase desapercibido en la ciudad donde se cree que empezó a escribir el Quijote. A dos pasos de la Giralda, "aquella famosa giganta", "la más movible y voltaria mujer del mundo".
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