Sevilla

Lección de vida junto a los Reyes Magos

  • El cortejo contará por primera vez con la carroza 'Una ilusión, una esperanza', en la que saldrán 37 personas, de todas las edades, que han superado o luchan contra el cáncer

La Cabalgata de Reyes Magos contará hoy con una carroza en la que la ilusión y la esperanza estarán presentes de una forma especial. Una ilusión, una esperanza, es el nombre de esta carroza en la que participarán personas que han padecido y han superado, o que se encuentran en plena batalla, una enfermedad tan cruel como el cáncer. Cada una de estas 37 personas tiene una historia de superación a sus espaldas. Los hay pequeños y mayores. Mujeres y hombres. Pero todos con unas enormes ganas de vivir. Con esta iniciativa quieren mandar un mensaje a todo el mundo: el cáncer se puede vencer. Sólo hay que luchar y tener esperanza.

La idea de realizar esta carroza es de María José Giménez Chico-Ganga. Ella padeció, y superó, un cáncer hace cinco años. A ello unió la ilusión que tenía desde pequeña: "Siempre había querido salir en la Cabalgata. Mi padre murió de cáncer cuando yo tenía 12 años. Veía con los años que se me pasaba ese tren y seguía empeñada en hacer ese sueño realidad, pero haciendo algo que fuera especial". Entonces pensó que se podía hacer una carroza en la que pudieran salir personas que hubieran pasado por la misma experiencia. "Quería que ofrecieran una mirada de esperanza e ilusión. De ahí viene el nombre". El sueño de la carroza se lo trasladó a Julio Cuesta, presidente de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Sevilla. Él dio el paso definitivo. Se lo planteó al Ateneo, cuyos responsables acogieron la idea con los brazos abiertos.

La carroza está coronada por un gran corazón "donde cabe todo" y los distintos tipos de cáncer están representados por sus colores. Un gran lazo de color rosa, que se identifica con el cáncer de mama, y que además tiene un especial significado para ella, abraza la estructura. Todos los participantes tendrán la oportunidad de lanzar un mensaje optimista al público: "Hay personas que han dejado el tratamiento durante estos días para poder salir. Cada asiento es una historia de una enfermedad superada o que está en vías de superarse".

María José Giménez sólo tiene palabras de agradecimiento para todas las personas e instituciones que han hecho posible que este sueño suyo, y de tantas otras personas, sea esta tarde una realidad, como Teresa Pabón, presidenta del comité de la asociación, "que ha tenido una gran participación"; Andex; los diferentes hospitales; Pilar Ramos, miembro del comité de la asociación, "que también ha hecho una labor extraordinaria"; las diferentes empresas que han regalado caramelos, o que han contribuido de algún otro modo; Jesús Corral, el diseñador de la Cabalgata; su director, Manuel Sainz; y, por supuesto, el Ateneo, por su acogida.

Esta tarde, a partir de las cuatro, verán desbordada toda su alegría: "Me voy a acordar mucho de mis padres y de todos los que están en el balcón del cielo. Para los que sufren esta enfermedad será una gran inyección de entusiasmo y alegría. Les va a ayudar mucho. Yo salí de ahí. Me agarré a la Virgen del Dulce Nombre. Ella fue mis pies y mis manos en mi lucha".

Los vestidos que llevarán también están cargados de simbolismo. Serán rosas y verdes. "El rosa por todo el significado que tiene. El verde porque es el color de la esperanza. También es el color de las letras del logotipo de AECC". Esta tarde, subidos en la carroza, lanzarán al aire un estribillo que enarbolan como su bandera: "Saber que se puede, querer que se pueda, quitarse los miedos, sacarlos afuera, pintarse la cara, color esperanza, tentar al futuro, con el corazón...". Toda una lección de vida junto a los Reyes Magos.

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