Sevilla

Luna Park cierra y denuncia a siete discotecas que vulneran la norma

  • El propietario lamenta que con el "obligado" cierre deja en el paro a más de 50 trabajadores, aun cuando paga 8.700 euros de canon al Consistorio.

La propiedad de la discoteca de verano Luna Park de Sevilla, ubicada junto al Casino de la Exposición y cuyo precinto pretendía el Ayuntamiento por incumplir la normativa, por carecer de licencia y por ocupar la vía pública, ha decidido cerrar el negocio antes de que el propio Consistorio haya podido proceder a su clausura, ya que la administración local lo ha intentado dos veces pero el local estaba cerrado en ambas ocasiones.

Asimismo, según ha explicado su propietario, Narciso Márquez, los gestores de la sala han presentado este martes una denuncia en el juzgado y escritos ante diversos departamentos del Ayuntamiento hispalense (Urbanismo, Medio Ambiente y Parques y Jardines) contra siete discotecas -casi todas del entorno más cercano de este local-, a las que acusan de incurrir en las mismas vulneraciones de la normativa que se atribuyen a la propia Luna Park.

La ocupación de vía pública, "en algunos casos con cerramientos y en parques", y el incumplimiento de los límites de contaminación acústica son los argumentos utilizados por la discoteca para presentar las denuncias y esperar que "desde el Ayuntamiento se actúe en consecuencia, porque si no iríamos contra ellos", ha explicado Márquez.

"A ver si el tratamiento es el mismo", ha lamentado el propietario de la sala, que ha añadido que con el "obligado" cierre ha debido dejar en el paro a más de 50 trabajadores.

Mientras el Consistorio ya señaló este lunes que no toleraría ninguna actuación que "se salga de la legalidad", siendo el principal punto de choque la invasión de una calle peatonal en el ámbito de influencia de un Bien de Interés Cultural (BIC), Márquez, que no negó la invasión del viario, sí defendió que mantiene en buenas condiciones la zona que ocupa y que todas las discotecas y terrazas de la ciudad "hacen lo mismo".

Este empresario de ocio nocturno asegura pagar "religiosamente" un canon de 8.700 euros al Ayuntamiento que le permite el uso de 250 metros del viario, y que si ocupa algo más de terreno "es mucho menos que otras discotecas y no molesto a nadie". Y es que, ha defendido, "la gente puede pasar perfectamente porque no está acotado con cerramiento, cosa que no ocurre con otros locales que hacen exactamente lo mismo".

De hecho, ha expuesto que la fuente que se encuentra en la zona que es ámbito de su discoteca no es un bien patrimonial, sino que "es la tercera que he puesto yo mismo en quince años que hace que tengo la concesión, lo puedo demostrar, y el que lo mantiene limpio soy yo, porque si no habría que entrar allí con zancos, pues está abandonado de la mano de Dios".

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