La delegación de Manos Unidas de Sevilla acometerá 21 proyectos de desarrollo en países de África, América y Asia, dentro de la 60 campaña contra el hambre que ha sido presentada esta mañana en el Arzobispado de Sevilla en un acto presidido por el Arzobispo, monseñor Juan José Asenjo; yque  ha contado con la participación de la presidenta delegada de Manos Unidas Sevilla, María Albendea; el responsable de proyectos, Fernando Fabiani; y el misionero seglar peruano Ismael Vega, que ha expuesto cómo es labor que desarrollan en la Amazonía.

Los 21 proyectos asumidos por la delegación sevillana de Manos Unidas tienen un coste de 937.817 euros, una cantidad que se espera conseguir gracias, entre otras fuentes de financiación, a la gran colecta que se llevará a cabo este fin de semana en todos los templos de la Archidiócesis. Además, los ingresos proceden fundamentalmente de las aportaciones de los socios, las parroquias, las hermandades, los centros educativos y otras instituciones.

Albendea ha destacado el trabajo en red que se realiza en colaboración con otras instituciones, y que esta campaña centra su atención en el papel de las mujeres en los países empobrecidos: “Una de cada tres mujeres de hoy no es como la imaginamos”.Además, ha subrayado los esfuerzos que Manos Unidas ha invertido “para dotar a los países del tercer mundo de infraestructuras de calidad” en estos países.

Fernando Fabiani ha abundado en que esta obra de la Iglesia ha apoyado 1.104 proyectos agropecuarios, 2.433 educativos, 1.209 sanitarios o 1.495 proyectos para mejorar las condiciones mediante el apoyo a iniciativas socioeconómicas, de los que se han beneficiado decenas de miles de personas. La presidenta delegada ha concluido recordando que en Manos Unidas “ponemos rostros a las cifras, rostros que nos interpelan”.

Por su parte, el arzobispo, monseñor Asenjo mostró su alegría por el buen funcionamiento de la delegación sevilla de Manos Unidas y se congratruló de los proyectos que se pondrán en marcha. "Tengo un magnífica impresión de esta nueva andadura. Habéis crecido en voluntarios y socios. Contáis con el apoyo explícito del arzobispo".

Asenjo ha señalado una preocupación que comparte con el resto de obispos. "El problema es la secularización interna que ya nos llevó a una crisis en los años 1999 y 2000. No había una raigambre religiosa, por eso os pido que además de atender el hambre y la cultura se atienda al hambre de Dios. Sois una obra de la Iglesia y os pido algún tipo de formación espiritual".