Manuel Melado recopila las anécdotas identificables con la Sevilla "más entrañable"
Libros
En su nueva publicación, el polifacético autor entresaca chistes no muy conocidos y frases célebres que son sentencia para la historia
El poeta y compositor sevillano Manuel Melado es el autor de 'No me río que me asfixio' (rd Editores), un recopilatorio de anécdotas personales, chistes y frases célebres que se recogen en esta obra con la única intención de entretener al lector, ya que se trata de un libro "cómodo de leer" por su tono desenfadado e "identificable por su contenido con esa Sevilla entrañable que ya se ha perdido".
Melado explicó en una entrevista a Europa Press que la práctica totalidad de las 110 anécdotas que aparecen en este libro, que supone la continuación de 'Ríete del mundo', el cual constaba de otras 165, se corresponden con experiencias personales de este polifácetico autor que tiene en su haber nueve libros de poesía y unas 300 composiciones musicales de todos los géneros.
"Aparte de las anécdotas también entresaco chistes que no son muy conocidos y frases célebres de personajes como Woody Allen que son sentencias para la historia", según reseñó Melado, quien comentó que, debido a su mala memoria, tiene por costumbre anotar las anécdotas más ocurrentes que le suceden tanto en la peluquería que regenta como en los medios de comunicación en los que colabora asiduamente.
El libro está prologado por Antonio García-Barbeito, al que Melado definió como "un gran poeta que tiene un ingenio enorme y se sale periodísticamente del género" porque conecta "muy bien" con el alma popular, añadiendo que "forma parte de los grandes escritores andaluces" que ejercen su labor en los medios de comunicación.
Pese a que sus ocupaciones son múltiples y conocidas en la sociedad sevillana, Melado confesó sentirse un poeta, su faceta predilecta, ya que, según destacó, "la poesía es un lenitivo más sereno y relajante para el espíritu". En este sentido, recordó que tiene nueve libros de poesía editados y que en su particular "modus operandi" intenta que cada composición suya sea primero un poema y que luego pueda adaptarse al género en el que vaya a interpretarse. "Eso pasó, por ejemplo, con 'Quiero cruzar la bahía', que fue un poema que yo le dediqué a Huelva y que luego adaptó a sevillanas el grupo Cantores de Híspalis".
Abundando en este punto precisó que su objetivo es que sus poemas "conecten con el alma popular porque al final con lo que se queda la gente es con el soniquete". Por este motivo, Melado se distanció de los creadores que recurren al verso libre, ya que a su juicio "el arte tiene como fin último la percepción por parte del destinatario", de ahí que él sea partidario de "un juego de metáforas no muy complicadas" que sugieran imágenes "digeribles" para el receptor.
Autor de más de 300 composiciones, Melado resaltó que si tuviera que elegir una de sus sevillanas del género clásico se quedaría con 'Quiero cruzar la bahía', mientras que como obra popular elegiría 'Mírala cara a cara' o 'Que no nos falte de ná'. Al hilo, quiso aclarar que la sevillana, "por muy lenta que sea, tiene un compás ajustado a cada paso", de ahí que defendiera que "las sevillanas son siempre para bailar y que el cante les sirve como apoyatura".
Más allá de estas consideraciones resaltó que "las sevillanas son un canto a la esperanza", por lo que se opuso a que sean utilizadas para hacer denuncias sociales, pues este tipo de reivindicaciones casan más en su opinión con palos del flamenco como las cartageneras o las mineras. "Por eso, a ese tipo de sevillanas de contenido trágico yo las llamo sevillanas de tanatorio", bromeó.
No hay comentarios