Sevilla

Masiva respuesta de público al adelanto en cinco días de las rebajas

  • Un 80% de los comercios de Sevilla y provincia se sumaron a la iniciativa · Los aparcamientos del centro se llenaron y hubo que impedir el acceso por la calle Baños

Un 80% de los comercios sevillanos (de la capital y provincia) optaron por adelantar al día de ayer sus rebajas, de acuerdo con el decreto aprobado en diciembre por la Consejería de Comercio, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía. La medida, prevista para hacer frente a la crisis y compensar las malas campañas de invierno y de los primeros días de Navidad, ha satisfecho las expectativas de los comerciantes.

"Podemos estar muy satisfechos", dijo ayer a Diario de Sevilla José Guerrero, secretario general de la Confederación Empresarial del Comercio de Sevilla, "hemos conseguido reactivar el consumo y traer al público a las calles comerciales". Este "empujón", palabra utilizada por el propio Guerrero, permitirá que las pérdidas respecto a la última campaña de Navidad se reduzcan a un 10%, y no en torno al 20%, como se estimaba antes de aprobarse este adelanto de las rebajas.

A la respuesta del público le siguió la euforia de los comerciantes, que confían en que se mantenga la tónica durante el fin de semana. El aparcamiento de El Corte Inglés se llenó a las once de la mañana y, de hech,o la Policía Local tuvo que desviar el tráfico que pretendía acceder al centro por la calle Baños. Finalmente se reanudó el tráfico, pero los vehículos entraban con cuentagotas, cuando quedaban plazas libres. La situación se repitió en todos los aparcamientos del centro de la ciudad.

"El objetivo se está logrando con afluencia de clientes como hacía meses que no se veía, ni siquiera en otras rebajas de años anteriores", añadió Guerrero, "y en ciudades como Sevilla y Córdoba hay calles en las que los comercios estaban colapsados". Se vencía así el ambiente de escepticimo que presidía al sector en las vísperas por la tibia campaña navideña.

En tiendas como Springfield, de la cadena Cortefiel, o Blanco, las escaleras no se utilizaban para subir y bajar, sino para guardar cola en las respec tivas cajas. El día no empezó con la mejor climatología. Eran rebajas, pero no de paraguas. "Ha sido una decisión difícil y valiente, una decisión arriesgada", decía José Guerrero, que compartía la euforia con José Cañete, presidente de Aprocom, que nunca hizo rebajas en su tienda de la calle Rioja, pero este año va a hacer una excepción y las hará a partir del día 12.

Que El Corte Inglés y las tiendas de Inditex, con Zara a la cabeza, no se hubieran apuntado al adelanto de las rebajas facilitó la repercusión de la medida, en opinión de portavoces del gremio comercial. Los artículos se vendían a la mitad de su precio habitual, y en algunos casos se podía conseguir a un 70% de su importe. En Sierpes los transeúntes se detenían para mirar el colapso de público dentro de Blanco. Muchas personas aprovecharon para hacer las compra de los regalos de Reyes Magos, precisamente la fecha que tradicionalmente suponía el pistoletazo de salida de las rebajas hasta este adelanto aprobado "de forma excepcional y extraordinaria".

El adelanto tuvo un seguimiento extraordinario por parte de los consumidores, que llenaron autobuses urbanos e hicieron que el Metrocentro registrara una afluencia de pasajeros muy superior a la de cualquier día normal.

La medida ha tenido sus detractores. Desde Facua, su portavoz, Rubén Sánchez, aseguró que el adelanto de las rebajas ha sido "más una técnica de marketing que una realidad". Una decisión respaldada por partidos políticos y sindicatos y a la que la organización de los consumidores "no se hubiera opuesto" con matices. Sánchez considera más importante que la fecha de inicio de las rebajas el adelanto de las tareas de inspección. La Junta ha garantizado que medio centenar de inspectores técnicos se encargarán de comprobar que los establecimientos que han colgado el cartel de rebajas cumplan la normativa de información al consumidor.

"A los comerciantes no les interesan para nada las rebajas ahora", decía en la puerta de Blanco Lola del Pino, representante del comercio provincial, copropietaria de Confecciones Rafael, en La Rinconada. "Nos vamos a quedar con los stocks. Puede que al público en general le beneficie, pero al gremio no. La gente en Navidad siempre compra. Si tiene poco dinero, adquiere productos más baratos, y después hace un sacrificio para volver a empezar".

En lo que sí coincide esta comerciante con el portavoz de la Confederación es en el efecto psicológico de la medida. "Hay que concienciarse de que si dejamos de ir a un restaurante, cuando volvamos habrá un camarero o dos menos. El miedo crea paro", dice Lola del Pino. "La cuestión psicológica está influyendo muchísimo", señala Guerrero. "Hay tantas noticias malas que sin dejar de ser reales retraen mucho el consumo. Eso realza la importancia de esta iniciativa y nos hace ver que estamos en el buen camino".

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