DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Calle Valeriano Bécquer

Okupas en Nervión

  • Dos casas de la calle Valeriano Bécquer que estaban vacías y pendientes de reforma han sido ocupadas por varias personas, entre las que hay menores de edad

  • Los vecinos han llevado el caso a la Policía, el Ayuntamiento, el Gobierno y el Defensor

Una cartera pasa ante una de las viviendas afectadas.

Una cartera pasa ante una de las viviendas afectadas. / Belén Vargas

Los vecinos de Nervión han denunciado los problemas de convivencia generados por un grupo de okupas que se ha instalado de manera ilegal en dos casas de la calle Valeriano Bécquer. Las casas estaban vacías, a la espera de ser reformadas y sufren riesgo de derrumbe.

Los residentes han presentado varios escritos informando de los hechos a distintas administraciones e instituciones, como el Ayuntamiento de Sevilla, la Delegación del Gobierno en Andalucía o el Defensor del Pueblo Andaluz. Cada escrito lo acompañan con más de 300 firmas recogidas en el barrio.

En estos documentos, los vecinos exponen que se sienten desprotegidos ante estos asaltos de viviendas, y alertan de los problemas de inseguridad y también de insalubridad que las ocupaciones han generado en el barrio. Los residentes informan de que hay "un número considerable" de okupas, y entre ellos varios menores de edad y niños pequeños.

"Vemos como se consume y vende droga en estas viviendas. Hay altercados nocturnos, riñas callejeras y peleas con arma blanca, así como ruidos y golpes por la noche, que no dejan descansar a los vecinos", exponen los escritos, a los que ha tenido acceso este periódico.

Otra de las casas ocupadas. Otra de las casas ocupadas.

Otra de las casas ocupadas. / Belén Vargas

"A esto se suma que ya están apareciendo ratas en las calles, que antes no había", añaden los denunciantes, que alertan también de la cercanía de una guardería, ubicada frente a una de las casas ocupadas. Los vecinos consideran que esto es de "extrema gravedad" y recuerdan que los okupas van a veces desnudos o "ligeritos de ropa".

También aseguran que estas personas increpan a las mujeres del barrio con "comentarios inapropiados y sexistas y miradas provocativas". Los vecinos se preguntan en sus escritos si los menores que hay en estas casas están escolarizados o no. Además, denuncian que en los últimos días ha habido otros dos intentos de ocupación en sendas casas de la misma calle, que fueron abortados porque un vecino se percató de ello y avisó a la Policía.

Los denunciantes dicen que los okupas sí lograron entrar en otra vivienda, pero decidieron no instalarse en ella, aunque provocaron destrozos en grifos y tuberías de agua. Esto ocasionó una fuga y una posterior inundación. Los escritos añaden que los vecinos consiguieron que se les cortara la luz eléctrica en estas casas, pero esto apenas duró unas horas, puesto que había suministro poco después. Lo mismo sucedió con el agua, que habrían obtenido tras un "destrozo en el acerado".

"Entendemos que esta situación no se puede mantener y es necesario el desalojo urgente de estos okupas. Éste era un barrio muy tranquilo, y en crecimiento, con muchas obras y construcciones actuales, con reformas de casas en marcha, y en el que todos pagamos religiosamente nuestros impuestos. Esta situación puede cambiar la tendencia y evolución del barrio, con las consecuencias que ello conlleva", añaden los afectados.

Los residentes terminan sus escritos incidiendo en la desprotección que padecen y denuncian la falta de "reglas de conducta" y de "la más mínima honestidad" por parte de los okupas. Para luchar contra este problema, entre otros, los residentes afectados se están erigiendo en una asociación de vecinos, que será constituida oficialmente en los próximos días.

Los vecinos también han presentado ante el distrito Nervión un documento en el que recogen los principales problemas que padecen, entre los que están la seguridad ciudadana, el absentismo escolar, al amianto, así como la insalubridad y falta de limpieza en algunas calles.

Denuncias del propietario

Mientras tanto, el propietario de una de las viviendas ha denunciado la ocupación ante la Policía Nacional. En esta denuncia expone que la casa estaba deshabitada porque el dueño se encontraba a la espera de las licencias de derribo y obra nueva para poder acometer una reforma integral de la misma. Estas licencias fueron solicitadas el 14 de junio a la Gerencia Municipal de Urbanismo, pero a día de hoy todavía no han sido concedidas.

En esta denuncia, el propietario señala que un vecino de la zona llamó a la Policía porque observó que unas personas habían tirado unas placas de uralita en mitad de la calle y que en ese momento se percató de que había varias personas entrando y saliendo de su casa. La Policía identificó a las personas que había en la casa, pero el desalojo no se produjo. En otra denuncia presentada cuatro días después informa del riesgo de derrumbe que sufre el edificio.

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