Los trabajos de consolidación de los elemento patrimoniales que se conservarán en la antigua Fábrica de Vidrio de la Trinidad han seguido avanzando en el último mes. Antes de decretarse el estado de alarma por la epidemia de coronavirus se iniciaron los trabajos de restauración de la chimenea de la factoría, un patrimonio industrial que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2001.

Tal y como adelantó este periódico, las obras se iniciaron en el solar a finales del año pasado. Por un lado son labores de derribo de algunas edificaciones que están dentro de la finca afectada, que albergará un núcleo residencial con 200 viviendas y jardines; y, por otro, son labores de consolidación que persiguen preparar los elementos que se protegerán, chimenas hornos y naves para su posterior rehabilitación.

El avance de los trabajos en los últimos meses ha sido recibido con satisfacción por parte de la plataforma Salvemos La Trinidad, un movimiento ciudadano que lleva dos décadas luchando para evitar la desaparición de este legado,  uno de los escasos ejemplos que ha pervivido de la arquitectura de la primera expansión industrial de Sevilla.

La chimenea de ladrillo está muy afectada.

La chimenea, sin duda, es uno de los iconos de este lugar considerado de interés etnológico e, indudablemente, industrial. Y uno de los elementos, junto a la nave 1, las calderas de carbón y las bóvedas de ladrillo en el nivel inferior de la nave 2 que cuentan  con protección. Su aspecto exterior es muy deteriorado y se reforzará con anillos metálicos, sobre todo, en su parte media y en su coronación para asegurar que no haya desprendimientos.

Cuando concluyan las obras de rehabilitación el reto es  definir un proyecto para recuperar la fábrica como punto estratégico de la ciudad. De momento, lo que la plataforma ciudadana ha planteado es que, mientras duran las obras de edificiación en la parcela, el complejo patrimonial se utilice para actividades divulgativas.