Sevilla

El PP estalla de nuevo

  • Virginia Pérez considera roto el acuerdo al conocerse la carta que garantizaba su dimisión El partido queda al borde de la gestora.

El PP de Sevilla está al borde de una gestora. La crisis vuelve a estallar en el seno de la formación. La secretaria general, Virginia Pérez, considera roto el acuerdo que alcanzó el miércoles con el presidente provincial, Juan Bueno, en presencia de la secretaria del PP andaluz, Dolores López. Virginia Pérez y su grupo de apoyo estiman que Juan Bueno ha incumplido el pacto desde el primer momento ante la necesidad de quedar como "ganador" después de haber fracasado en su iniciativa por desalojar a la secretaria general del cargo esta misma semana. El PP andaluz señaló que el acuerdo que se alcanzó para reestructurar los órganos directivos tiene "plena vigencia" y que cualquier discrepancia o diferencia interna que exista se resolverá en un congreso provincial. 

 

En un comunicado, Pérez aseguró que ha respetado "de forma escrupulosa" las citadas condiciones y que se siente "traicionada y víctima de la confianza" que había depositado en Bueno, al entender que éste ha roto la confidencialidad comprometida cuando ella le entregó una carta de carácter "personal" en la que expresaba su compromiso de renunciar a sus funciones en septiembre. "Para mí, la carta que entregué a Juan Bueno que ratificaba parte de un compromiso verbal, queda sin efecto porque estaba sujeta a unas condiciones de confidencialidad que se han roto", recoge en su nota.

 

En ese acuerdo ahora hecho trizas, Juan Bueno desconvocaba el polémico comité ejecutivo que iba a votar su propuesta de cese de Pérez como secretaria general. Y a su vez, Virginia Pérez se comprometía a aceptar la "reestructuración" del organigrama del partido, una información avanzada en la edición digital de Diario de Sevilla, unos cambios que se darían a conocer en septiembre y que, obviamente, incluían la salida de Pérez como número dos de esa misma estructura, una salida prevista desde hace meses por ella misma, habida cuenta de su firme intención de presentarse a presidenta de la formación en el próximo congreso provincial. Juan Bueno pidió para su garantía personal que Pérez le escribiera a mano su promesa de marcharse del puesto, a lo que ella accedió, comprometiéndose ambos de forma verbal a una suerte de cláusula de confidencialidad.

 

Virginia Pérez, que lidera desde hace meses la corriente crítica, logró con el referido acuerdo seguir en el puesto para el que se había anunciado hora y lugar de salida: las seis de la tarde del pasado miércoles en el Hotel Ribera Triana mediante una votación del comité ejecutivo.

 

Juan Bueno lograba, por su parte, el compromiso de Pérez de que abandonaría la secretaría general en septiembre. Y, sobre todo, evitaba el riesgo de quedar desautorizado expresamente por su propio comité, ya que 54 de los 135 miembros habían solicitado el sufragio secreto. Pérez recoge en su comunicado que expresó "reiteradamente" a Bueno la inconveniencia de convocar un comité ejecutivo extraordinario porque "se provocaría una división muy lesiva" en momentos en que todos los populares deben concentrar los esfuerzos para que prospere la gobernabilidad de España. La popular indica que en todo momento ha estado a disposición de la formación y que sigue estándolo ante el comité ejecutivo y la junta directiva provincial. Ha señalado que siempre ha sido, es y será partidaria "del diálogo" dentro del partido "para superar cualquier tipo de diferencia", ya que parte de unas discrepancias "que serán siempre menores en comparación con los principios y convicciones" que entiende que les unen.

 

La secretaria general del PP andaluz amagó durante la reunión del miércoles con la imposición de una gestora si continuaba la fuerte división en el PP sevillano. El acuerdo posibilitó una paz efímera: ni 48 horas ha durado.

 

Ahora la situación se recrudece. Virginia Pérez trata de hacerse fuerte en el puesto de la secretaría general al considerar roto el pacto. Vuelta a empezar en el PP sevillano pero con el tono mucho más enconado. Todos los hechos confirman que el pacto del miércoles cerró en falso la crisis. El sector oficialista del PP de Sevilla, capitaneado por Juan Bueno, Ricardo Tarno y José Luis Sanz, considera que los críticos fuerzan al máximo la situación para provocar el nombramiento de una gestora. 

 

Los críticos están auspiciados en Génova por Javier Arenas, vicesecretario general, mientras que los oficialistas presumen de tener de su lado a Dolores de Cospedal, secretaria general, por mediación de Zoido. Juan Bueno se vio obligado a contar a sus correligionarios más próximos que tenía un compromiso por escrito de Virginia Pérez como garantía de su dimisión. A esos mismos compañeros de partido pidió "perdón" por no haber sacado adelante la convocatoria del comité ejecutivo y haberse plegado a los intereses de la estructura regional, que quería evitar la exhibición de un partido dividido.

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