"No se puede analizar con rigor y seriedad unos presupuestos con esta ausencia de información. Y mucho menos presentar propuestas". Juan Ignacio Zoido reiteró ayer su "preocupación" por el modo en que Juan Espadas gestiona las cuentas municipales para este año, ya que cuenta con una "intolerable subida de impuestos" y una "tardanza" en su aprobación, a lo que suma una "inquietante falta de transparencia en su tramitación". El portavoz de los populares desveló que le han entregado una documentación "incompleta", faltando la memoria explicativa, el informe económico-financiero, el cuadro de financiación o el anexo de inversiones.

Hasta 271 preguntas fueron presentadas por escrito al gobierno socialista en referencia a los presupuestos. El partido cuestiona los ingresos previstos, ya que estima que "no son realistas y están faltos de rigor, por lo que no se va a ingresar lo previsto". También muestra sus dudas sobre la incorporación de remanentes prevista, ya que "sorprende que determinadas inversiones fundamentales, como las obras en los colegios, no figuren reflejadas en las cuentas, sino que dependan de esta incorporación de dinero de ejercicios anteriores, que por lo tanto no son una realidad a día de hoy".

Entre otras cuestiones se solicita conocer si hay previstas inversiones para la colección museográfica, Murillo 2017 o el Museo Bellver, o si la inversión para los colegios está garantizada o depende de la incorporación de remanentes. También presenta una batería de preguntas sobre los distritos, mostrando su "preocupación" porque "se ponga en riesgo el modelo de descentralización, no sólo por la falta de delegados con dedicación exclusiva, sino por las carencias en el presupuesto", como que "no hay fondos para la anunciada apertura de los centros escolares durante los fines de semana".

Otras de las dudas que plantean los populares es el fondo de contingencia, que estará dotado con tres millones de euros. El doble que hace un año. "Quizás sea porque tenga constancia de que la alargada sombra de Monteseirín va a seguir haciéndose presente con más deudas que haya que pagar o sentencias condenatorias".

"Hemos pasado de un modelo en el que se aprobaban los presupuestos en plazo frente a otro en el que se aprueban bien entrado el año. De un modelo realista y con bajada de impuestos a otro improvisado y poco creíble. El proceso participativo debía haberlo iniciado en septiembre u octubre, no en enero", finalizó.