El notario sevillano Pablo Gutiérrez-Alviz y Conradi ha sido nombrado por la Real Academia Sevillana de Buenas Letras académico electo de esta institución. Su candidatura ha sido impulsada por los académicos Enriqueta Vila, Antonio Burgos y Rogelio Reyes. "Es un enorme honor haber sido elegido para entrar en esta histórica institución fundada en 1750, tanto por su prestigio y tradición como por el alto nivel de sus miembros", comentaba ayer a este periódico Gutiérrez-Alviz. El notario, colaborador desde 1999 de Diario de Sevilla, cubrirá la vacante del abogado y escritor Eduardo Ybarra Hidalgo, que falleció en 2014 a los 90 años.

"A nivel personal también me resulta muy emocionante este nombramiento, ya que mi padre, Faustino Gutiérrez-Alviz Armario, fue académico de esta institución desde 1952 hasta su fallecimiento en 2006. Ingresó muy joven y fue un académico muy longevo", recordó el notario. Su padre, catedrático de Derecho Procesal de la Universidad de Sevilla, dirigió además la Real Academia Sevillana de Buenas Letras durante una década.

Pablo Gutiérrez-Alviz nació en Sevilla en el año 1959. Este prestigioso notario recibió el premio Maestranza al mejor expediente académico de la carrera de Derecho en el año 1982. Hace unos años recordaba en una entrevista a este periódico que la tarde en que recibió el premio fue "muy emotiva" y que la disfrutó con su novia, que luego sería su mujer, que era hija de maestrante. Aquella noche terminó cenando con Paquirri, que fue el mejor torero de aquel año. Como notario ha ejercido en Alameda (Málaga), Utrera, Cádiz y Barcelona, para instalarse definitivamente en su ciudad natal.

En su faceta como literato, Gutiérrez-Alviz ha publicado tres libros: Un patinete de lujo, Cariño, quítate la corbata y La soldada rasa. Esta última obra, editada por Páginas del Sur, es un compendio de más de un centenar de artículos publicados por el autor en los diarios del Grupo Joly. El libro fue presentado hace justo un año en la Academia de Buenas Letras. Las tres obras de Gutiérrez-Alviz han contado con prologuistas cualificados como Rogelio Reyes, Antonio Burgos y Manuel Olivencia.

Gutiérrez-Alviz tiene ahora un año para leer su discurso de ingreso que le otorgará el título de académico de pleno derecho.