Patrimonio

Parques y Jardines adjudica la restauración de siete victorias aladas de la Plaza de América

  • Las esculturas fueron retiradas en 2017 por su precario estado de conservación.

Una de las victorias aladas de la Plaza de América.

Una de las victorias aladas de la Plaza de América. / Juan Carlos Vázquez

Restauración y colocación de siete esculturas de las victorias aladas a la vista. El servicio de Parques y Jardines ha adjudicado a la empresa Dédalo Bienes Culturales S. L. unos trabajos que durarán seis meses y cuentan con una partida de 105.764 euros (IVA incluido) para devolver toda su monumentalidad a la Plaza de América. Esto se suma a la recuperación llevada a cabo el año pasado de otras cuatro piezas. Otras cinco se encuentran protegidas en su ubicación original en este espacio del Parque de María Luisa debido a la disgregación de la piedra para evitar posibles desprendimientos de trozos.

Las siete esculturas que serán intervenidas fueron desmontadas en 2017 y almacenadas en los viveros municipales de Los Remedios. Con la actuación se restituirán a su estado original. Para ello, serán llevadas a un taller donde se les aplicarán diversos tratamientos. Por un lado, de limpieza y biocida, para la eliminación de los líquenes. En segundo lugar, se consolidarán las propias figuras, se coserán los fragmentos y se hará un sellado de grietas, fisuras y uniones. En tercer lugar, se harán las reintegraciones con mortero, se repondrán y ejecutarán los volúmenes perdidos. Una vez llevadas de nuevo a la Plaza de América, se colocarán sobre sus columnas y se coserá la base. Por último, se les dará un tratamiento de protección contra el agua.

A las figuras se les aplicará un tratamiento contra el agua tras ser cosidas a las columnas

En el estudio realizado por los técnicos se detalla que “el estado de conservación que presentan en la actualidad las estatuas es malo, la degradación que sufren y las pérdidas de material constitutivo es preocupantes y el avance de dicha degradación es alarmante”. La mayoría de las esculturas presentan descamación en su superficie y pérdidas de volúmenes en rostro, manos y ropajes. También se observan numerosas grietas, sobre todo en zonas de menor masa pétrea, como la cabeza, los brazos, los pies y las alas. “Sospechamos que estas zonas sufren dicha degradación por estar sometidas a choques térmicos”.

Son visibles además cambios de coloración por distintas pátinas, costras y depósitos superficiales y en algunos casos, se aprecia la inserción de pletinas de acero para reforzar reparaciones, “no sabemos si realizadas en el momento de su colocación o en intervenciones posteriores”. Estos elementos están fijados con tornillos y cubiertos con una fina capa de mortero, la oxidación está provocando en la actualidad la perdida de fragmentos en las zonas colindantes.

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