La Policía Local de Sevilla detuvo la madrugada del jueves a dos personas que habían intentado robar en un bar de la calle Imagen, al que accedieron por unas rejillas de ventilación. Los hechos ocurrieron sobre las dos y cuarto de la madrugada del jueves, cuando un patrullero de la Unidad de Intervención Nocturna (UIN) de la Policía Local detectó a un hombre que ocultaba su rostro con un pasamontañas agachado junto a esta rejilla de ventilación, que está en la propia acera de la calle Imagen, en el suelo, muy cerca de los soportales.

Los policías se acercaron y comprobaron que el respiradero había sido forzado y que por él se había colado otro de los ladrones. La rejilla da al sótano del bar Spala, un conocido negocio situado en los soportales de la calle Imagen. Uno de los delincuentes ya estaba dentro del sótano y estaba tratando de forzar la puerta de acceso al bar con una palanqueta, mientras que su cómplice se encontraba fuera en la calle montando guardia. Al oír que la Policía se había acercado, el ladrón que se encontraba dentro con la palanqueta creyó que los agentes no habían detenido a su compañero e incluso llegó a asomarse para comprobar si la Policía ya se había marchado del lugar. En ese momento quedó detenido, en compañía de su cómplice. A ambos se les imputa un delito de robo con fuerza en las cosas.

Uno de los detenidos, el que se encontraba fuera del sótano, es un menor de edad, de 17 años, mientras que el que estaba forzando la puerta con la palanqueta es un joven de 27 identificado mediante las iniciales J. J. D. A. Ambos son vecinos de Palomares del Río. El objetivo de los delincuentes era acceder al interior del establecimiento, que estaba ya cerrado al público. Una vez dentro, podrían haber llegado a la caja registradora, donde se guardaba la recaudación de la jornada, y también haber sustraído material o alimentos del bar.

La intervención fue realizada por agentes de la Unidad de Intervención Nocturna (UIN), el grupo de la Policía Local especializado en la vigilancia de la ciudad durante el turno de noche. Los barrotes del respiradero estaban fracturados, después de que los delincuentes los hubieran forzado con la palanqueta con la que se disponían a entrar en el bar.