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Sevilla

La Policía desaloja un bar de Nervión donde no se respetaban las distancias

  • Ha sido denunciado por dispensar bebidas sin plazas en los veladores y por la concentración de personas

  • El propietario del establecimiento asegura que ha cerrado para impedir que se acumulara la clientela en la puerta

  • Última hora del coronavirus en Sevilla

Clientes en el bar Jota, minutos antes de que llegara la Policía.

Clientes en el bar Jota, minutos antes de que llegara la Policía. / José Ángel García

La Policía Local de Sevilla ha desalojado este lunes el conocido bar Jota, ubicado en la avenida de Luis Montoto, donde no se estaban respetando las distancias mínimas de seguridad establecidas en el decreto del estado de alarma con el que el Gobierno intenta frenar la expansión del coronavirus. En la puerta del bar había aproximadamente unas 30 personas, todas ellas de pie y algunas en torno a mesas altas, pero no se estaban respetando las distancias de seguridad entre cada uno de los clientes.

El propietario del local ha explicado a este periódico que ha sido él quien ha tomado la decisión de cerrar, para evitar aglomeraciones en la puerta y ante la imposibilidad de poder controlar que la clientela guardara las distancias de seguridad. 

El Gobierno ha permitido este lunes la apertura de los bares, uno de los puntos establecidos en la fase 1 de la desescalada en la que acaba de entrar Sevilla. Ese permiso es para los bares con terraza, que pueden empezar a funcionar con la mitad del aforo y con una distancia de seguridad entre cada mesa. Ante estas condiciones, son muchos los hosteleros que han optado por no reabrir todavía y esperar a la llegada de la fase 2 para hacerlo.

Fuentes del Ayuntamiento de Sevilla han explicado a este periódico que la Policía ha denunciado al bar por tener más veladores, vender consumiciones sin plazas y por la concentración de personas en la calle. Tras la intervención policial, al mediodía, el negocio ha cerrado sus puertas. 

La intervención se ha producido minutos antes de las dos de la tarde y el motivo de la denuncia es por varios incumplimientos a las restricciones previstas en la fase 1 de la desescalada del estado de alarma. "Desde primera hora, la Policía Local está vigilando el cumplimiento de las normas para evitar la vulneración de las medidas previstas en esta fase", ha afirmado Juan Carlos Cabrera, delegado de Gobernación del Ayuntamiento de Sevilla.

En las afueras del establecimiento se encontraban entre 20 y 30 personas consumiendo bebidas alcohólicas sobre unas mesas altas y unos estantes para colocar los vasos. Entre las personas no se respetaba la distancia de seguridad y algunas carecían de protección respiratoria incluso.

La persona que regenta el establecimiento no tiene ningún tipo de separación, como mamparas o similar, con los clientes ni usa protección respiratoria ni guantes. Además estaba permitiendo el consumo de bebidas alcohólicas en el exterior. Por otra parte, teniendo tres veladores autorizados, había sacado cuatro mesas altas y dos junto a la pared.

Otra de las infracciones del establecimiento es la inexistencia de un camarero que atienda en las mesas y desinfecte cada mesa entre cliente y cliente.

"No podemos tirar por tierra el esfuerzo de tantas personas quedándose en casa, los sanitarios que siguen luchando y sobre todo, tantas personas que han perdido sus vidas por culpa de la pandemia, y que se cometan este tipo de irresponsabilidades sin ningún tipo de pudor", aseguró Cabrera, quien "ha ordenado a la Policía Local que extremen su vigilancia para que no se produzcan este tipo de conductas insolidarias y temerarias".

Los agentes han advertido al responsable del establecimiento que, en caso de reiterar en estos incumplimientos, podría acarrear la clausura y precinto de la actividad.

La versión del bar

El propietario del establecimiento ha emitido un comunicado en el que se asegura que se ha visto sorprendido por la avalancha de clientes y, tras la visita de la Policía Local, "amablemente nos han sugerido algunos cambios, como mantener más distanciamiento entre la clientela". "Ante la imposibilidad de mantener la seguridad de nuestros clientes, y teniendo en cuenta los cambios sugeridos y adaptaciones posibles, hemos decidido cerrar mientras ejecutemos dichas medidas".

El hostelero ha explicado que "estamos ante una situación nueva para todos" y que la reapertura de los negocios está siendo una cuestión de ensayo-error. Igualmente, ha explicado que no ha recibido ninguna notificación o información de que haya sido denunciado, aunque las fuentes oficiales del Ayuntamiento de Sevilla así lo han confirmado.

Incluso el dueño ha explicado a este periódico que ha contactado con la Gerencia de Urbanismo, donde le han asegurado que sólo hay un apercibimiento para que se denuncie en caso de que se vuelva a producir una aglomeración de personas. También ha indicado que los camareros llevaban mascarillas y guantes y había una mampara.

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