Sevilla

La Policía sospecha que el hermano de Miguel diseñó toda la trama

  • La novia del asesino declara que éste le dijo que a Javier se le ocurrió arrojar el cuerpo al río

La Policía cree que Javier Delgado Moreno, el hermano del asesino confeso de Marta del Castillo, fue quien ideó el plan para deshacerse del cadáver de esta adolescente de 17 años la madrugada del 25 de enero. Avala esta teoría la reciente confesión de la novia del asesino, una menor de 14 años vecina de Camas, quien sostuvo esta semana ante la Policía y ante el juez que Miguel Carcaño Delgado le había comunicado el día después del crimen que había matado a Marta tras “discutir con ella y dándole un fuerte golpe”.

La menor dijo además que el asesino le comunicó que había llamado a su amigo Samuel Benítez Pérez para deshacerse del cadáver y que su hermano, que estaba en el domicilio de la calle León XIII en el momento del crimen, “les dio la idea de tirarla al río Guadalquivir”. La confesión de la menor revela todavía más detalles sobre la presencia de Javier en el piso. La menor dice que llegó a preguntar a Miguel si su hermano estaba presente cuando se cometió el crimen y Miguel le respondió que no, “que el hermano estaba en su habitación y cuando salió ya él había golpeado a Marta y estaba tirada en el suelo”.

Fue después cuando, según esta versión, a Javier Delgado se le ocurrió que podrían deshacerse del cadáver arrojándolo al río. Ni Miguel Carcaño ni su cómplice Samuel Benítez implicaron al hermano del primero en sus declaraciones. Fue el menor de 15 años amigo de ambos quien aseguró en una primera declaración ante la Policía que entró en el piso cuando Marta ya estaba en el suelo y que vio allí al hermano de Miguel. En ningún momento la novia sitúa a este menor en el escenario del crimen.

En cinco declaraciones anteriores y en otras dos más que prestó después ante el juez encargado del caso y ante la Fiscalía de Menores este menor negó su participación en el crimen y aseguró que había estado toda la noche celebrando una botellona. La Policía cree que este adolescente puso el coche de su madre para trasladar el cadáver de Marta al río, si bien en este vehículo no se han encontrado rastros de la víctima e incluso ha sido devuelto a los padres.Además de estos testimonios, la Policía cuenta con otras pruebas que incriminan al hermano del asesino y lo erigen como la persona que planea la forma de deshacerse del cuerpo. Una de estas pruebas es una conversación telefónica entre Miguel y su hermano Javier en la que éste trata de tranquilizar al asesino. “No digas nada que la Policía no tiene nada”, dijo Javier a Miguel en esta charla intervenida por la Policía tras la desaparición de Marta del Castillo. El teléfono del asesino estaba pinchado desde el lunes posterior a la ausencia de la adolescente.

A esta conversación se le une el rastreo de las llamadas telefónicas realizadas desde el móvil de Javier, que lo sitúan en el piso de León XIII a la hora en la que teóricamente se cometió el crimen, entre las ocho y las nueve de la noche del sábado 24 de enero. La Policía otorga credibilidad al relato de la menor de Camas, a la que Miguel confesó que Javier se encontraba en el momento del crimen en su habitación y no fue testigo del golpe pero sí vio luego a la joven tendida en el suelo.

Javier Delgado, de 40 años y vigilante de seguridad de profesión, ha mantenido en sus declaraciones ante la Policía y el juzgado que no se encontraba en la vivienda de la calle León XIII en el momento del crimen. Incluso cuenta con dos testimonios a su favor que le sirven de coartada. El primero es el de su ex mujer, que relató ante el juez que Javier estuvo con ella entre las nueve y cinco o nueve y diez de la noche y las once y media. Este tiempo lo pasó el hermano del asesino en la vivienda de su ex mujer viendo una película con la hija de ambos. A continuación, Javier recogió a su novia actual, a la que dejó en el piso de León XIII a las doce y media para irse al bar que regentaba en Nervión. Esta mujer estuvo toda la noche estudiante en la vivienda, hasta que a las cinco de la mañana regresó Javier.

Durante la noche, los dos hermanos hablaron por teléfono al menos en una ocasión. Así lo reveló la menor de Camas en su reciente confesión. La chica de 14 años dijo que se despertó a las cuatro de la mañana del día 25 de enero y sintió que “volvían a llamar al teléfono de Miguel y era Francisco Javier, su hermano” y oyó a los dos hermanos hablar, aunque no lo que se decían.

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