Libertad para los cinco sevillanos condenados por abusos sexuales

La Manada vuelve a casa

  • El líder del grupo, José Ángel Prenda, regresa a su domicilio de Amate a las siete de la mañana, caminando, encapuchado y acompañado de otras dos personas.

  • El abogado Agustín Martínez confirma que todos los condenados están ya en Sevilla.

Los integrantes de la Manada han regresado la madrugada de este sábado a sus viviendas de Sevilla tras un largo viaje por carretera desde las cárceles de Pamplona y Alcalá de Henares. El considerado líder del grupo, José Ángel Prenda Martínez, alias el Prenda, ha vuelto a su domicilio en Amate sobre las siete de esta mañana, cubriéndose el rostro con la capucha de una sudadera. Le acompañaban otras tres personas que ocultaban también sus caras y entraron en la casa, donde se vivía un ambiente de celebración.

Durante toda la noche hubo cámaras de televisión y fotógrafos aguardando la llegada del Prenda en su casa, junto a la peña sevillista Serva la Bari. Algunos medios de comunicación se han desplazado desde Madrid para cubrir el regreso de los jóvenes sevillanos condenados por abusos sexuales a una chica en los Sanfermines de 2016.

El abogado de cuatro integrantes de la Manada, Agustín Martínez, ha acudido este sábado a la vivienda del Prenda, donde ya estuvo este viernes a medianoche y desde donde salió unos minutos después sin acercarse a los periodistas que aguardaban en las inmediaciones. Este sábado, el letrado sí ha atendido a la prensa y ha confirmado que todos los condenados están ya en Sevilla y ha explicado que el Prenda se encuentra tranquilo y disfrutando de sus amigos y padres, a los que no ha visto en los últimos años porque su delicado estado de salud no les ha permitido viajar hasta Pamplona.

El abogado de cuatro de los condenados, Agustín Martínez, ante la casa de El Prenda. El abogado de cuatro de los condenados, Agustín Martínez, ante la casa de El Prenda.

El abogado de cuatro de los condenados, Agustín Martínez, ante la casa de El Prenda. / José Ángel García

La noche fue tranquila y aburrida para los informadores, que aguardaban sentados en el suelo o apoyados en algún coche -con la consiguiente riña del propietario de uno de ellos, que se percató de que su vehículo era lugar de descanso para los periodistas cuando paseaba a su perro- la llegada del líder de la Manada.

Al principio de la noche había dos supuestos periodistas a los que ninguno de los demás profesionales conocían y que no se relacionaron con el grupo en ningún momento. Al ver que no ocurría nada, se marcharon caminando. Todos sospecharon de que eran policías de paisano.

Sobre las tres y media de la mañana, un patrullero de la Policía Local dio varias vueltas por el entorno de la casa durante la madrugada, recorriendo la plaza en sentido contrario al establecido. Posiblemente fue avisado desde el interior de la vivienda, ya que la llegada del patrullero se produjo unos minutos después de que alguien levantara las persianas de la casa y se asomara a la ventana durante unos instantes para comprobar si había medios de comunicación en la puerta. 

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Ese gesto se interpretó por los profesionales de la prensa como un indicio de que la llegada del Prenda podría estar próxima, ya que la hora que coincidía con los cálculos hechos por los informadores sobre la duración del trayecto entre Pamplona y Sevilla. "Claro que se tienen que parar a comer, a echar gasolina, igual echan una cabezada...", se comentaba en el corrillo de periodistas.

El indicio fue una pista falsa y no hubo actividad en la puerta (más allá de algún insulto a la prensa desde algún coche que pasaba) hasta unos minutos antes de las siete de la mañana. A esa hora llegaron andando una pareja de jóvenes encapuchados, que entraron en la casa, que fueron seguidos instantes después por una tercera persona con una sudadera con capucha y pantalones vaqueros, al que los periodistas identificaron como el Prenda por su complexión gruesa. Ninguno de los tres hizo declaraciones ni se dirigió a los periodistas.

Un hombre introduce en la vivienda una gran bolsa. Un hombre introduce en la vivienda una gran bolsa.

Un hombre introduce en la vivienda una gran bolsa. / José Ángel García

Los informadores pudieron oír el ruido que procedía de la casa y la celebración de la puesta en libertad del líder de la Manada. El resto de integrantes está ya de vuelta en sus domicilios o llegará en las próximas horas. Todas las viviendas están ubicadas cercanas entre sí, en los barrios de Amate, Santa Aurelia, Los Pajaritos y Su Eminencia.

Los cinco jóvenes puestos en libertad este viernes (José Ángel Prenda, Ángel Boza, Antonio Manuel Guerrero, Jesús Escudero y Alfonso Jesús Cabezuelo) tendrán que comparecer en los juzgados todos los lunes, miércoles y viernes. 

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