La Policía Local de Sevilla y la Inspección Veterinaria de Consumo decomisaron este viernes unos 450 kilogramos de carnes, vísceras y huesos en mal estado y precintó varias zonas en un supermercado oriental del Polígono Industrial Carretera Amarilla. Esta inspección se produjo a raíz de otra intervención desarrollada el miércoles en un restaurante chino en la calle Transporte del mismo polígono, en cuya cocina había 20 patos salvajes vivos que carecían de seguimiento veterinario alguno.

A raíz de esta intervención, durante la mañana de ayer un operativo conjunto desplegado por Policía Local, el Servicio de Consumo y Lipasam decomisó unos 450 kilos de carne, que quedaron inmovilizados para su destrucción. El origen de la inspección fue una denuncia que los responsables de un establecimiento cercano formularon ante la Policía Local por la presencia de patos en libertad que deambulaban por las naves cercanas, así como numerosos perros ladrando en el patio del establecimiento.

Cuando, el pasado miércoles, los agentes observaron las condiciones de insalubridad en que se hallaba la cocina del establecimiento y otras estancias, las precintaron hasta la actuación de la Inspección Veterinaria del Servicio de Consumo del Ayuntamiento. En aquella intervención inicial retiraron, con el apoyo del Zoosanitario municipal, una veintena de patos salvajes, según informó el servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Sevilla.

🟥[Ampliación] Agentes de @PoliciaSevilla y la Inspección Veterinaria de Consumo decomisan 450 kg de carnes y precintan parte de un establecimiento oriental.C/ Transporte #SevillaCon @LipasamSevilla.#Gobernación @Ayto_Sevilla+➡️https://t.co/MjWYwxoVUAhttps://t.co/xFLEZkNhij pic.twitter.com/UxiLYXsARX

— Emergencias Sevilla (@EmergenciasSev) April 16, 2021

En la mañana de este viernes, los agentes de la Policía Local comparecieron junto a la Inspección Veterinaria en la calle Transporte, para continuar la intervención en un supermercado de comida oriental existente en la misma. Un equipo de Lipasam participó en el dispositivo. En el establecimiento existe una zona con vitrinas que exponen alimentos elaborados. Estos se encontraban mal cubiertos, sin identificar y sin fecha de elaboración. Aquí se produjo el primer decomiso de unos 30 kilos de alimentos como oreja frita, carne de pato, lengua, estómago de ternera, patas de pato y de pollo, tripa blanca y tendón de ternera, entre otros.

En la zona de carnicería, cámaras de congelación y refrigeración se decomisaron más de 270 kilos de carne en mal estado de conservación, así como sin identificar ni etiquetar. Destaca la gran cantidad de huesos de cerdo y ternera, estómagos de vaca y cerdo y otras vísceras. Igualmente se decomisaron tres cubos grandes de basura en cuyo interior fabricaban una bebida fermentada oriental, en mal estado de conservación por el hedor que desprendía.

Por parte de la Inspección Veterinaria y la Policía Local se procedió al precinto de la cocina, almacén y patio interior por graves incumplimientos en los requisitos básicos de salubridad y las deplorables condiciones de limpieza e higiene, constituyendo un peligro por contaminación medioambiental y sanitaria. Se da la circunstancia de que este establecimiento es reincidente. El servicio de Consumo ha intervenido nueve veces anteriormente en este local.

Toda la mercancía decomisada será destruida por un gestor autorizado de residuos con cargo a la empresa propietaria del establecimiento.El teniente alcalde delegado de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, ha destacado "la importancia de la colaboración ciudadana para alertar de este tipo de incumplimientos, así como la gran labor desempeñada por la Policía Local, el Servicio de Consumo y Lipasam en esta actuación para retirar del mercado esta importante cantidad de productos que iban destinados al consumo humano".