Metrópolis | Avenida Luis Uruñuela

La conquista del Este: el nuevo ‘Far West’ de Sevilla

  • Quimera. Esta parte de la ciudad era puro campo cuando el titular de la avenida llegó a la alcaldía de Sevilla tras las municipales del 3 de abril de 1979. Ahora es un pulmón urbano, a veces autosuficiente, con parada del 27 en el alma del 98

Cúpula del Palacio de Congresos, corazón arquitectónico de Sevilla Este.

Cúpula del Palacio de Congresos, corazón arquitectónico de Sevilla Este. / Juan Carlos Vázquez

EL centro de Sevilla es un Congreso de Palacios –Dueñas, Pinelo, Pilatos, San Telmo, Cuna– y Sevilla Este un Palacio de Congresos. Demográficamente hablando, el centro histórico y turístico de la ciudad es una pedanía de este distrito Este-Alcosa-Torreblanca, con una población de casi sesenta mil habitantes.

No es tan céntrica como la que le dieron al alcalde García de Vinuesa, la calle más próxima al Ayuntamiento con el nombre de un regidor municipal, pero Luis Uruñuela, el primer alcalde tras las elecciones municipales de la democracia, da su nombre a lo que un tiempo representó el futuro de la ciudad. Tan futuro que en su época de alcalde no existía. Era una pura quimera, una controversia política y urbanística en torno al Polígono Aeropuerto, la Tablada del Este.

Esta arteria de Sevilla Este empieza donde termina Montes Sierra y acaba en el viejo Palacio de Congresos, el de la cúpula espectacular, donde empieza la Avenida de las Ciencias que se extiende hasta donde la ciudad pierde su nombre y gana su prestigio. Este edificio ha sido un observatorio. Las elecciones no se ganan en los entrenamientos, pero Vox ocupó las 3.200 localidades del nuevo auditorio, el mismo donde actuó Bob Dylan y se entregaron los Goya, la ampliación que diseñó Guillermo Vázquez Consuegra. Podemos dio un mitin en la Sala Al Andalus, con capacidad para 1.029 personas. Pedro Sánchez actuó en uno de los pabellones del palacio original.

La Avenida Luis Uruñuela se transita en medios de transporte inéditos cuando este abogado afable y conciliador era alcalde: el carril-bici, el tren de Cercanías que es como un circular ferroviario con paradas en Palmete-Padre Pío, el hospital Virgen del Rocío, San Bernardo y Santa Justa. Se llega también en el 27 y el Ayuntamiento incorporó la novedad de la LE, iniciales de la Línea Este. La conquista del Oeste se hizo por la Cartuja y la conquista del Este en este Edén progresivo donde también domina la visión de las jacarandas, esos árboles cuyo color invita a denunciar por plagio a Vincent Van Gogh. Carteles electorales bajo el puente del ferrocarril. El bipartidismo fue un meteorito que se llevó por delante al andalucismo de Uruñuela; el tsunami de la nueva política no lo devolvió.

Para que la distancia no sea el olvido, Sevilla Este es un barrio con avanzados niveles de autosuficiencia. Puerta Este es lo primero que se construyó. En ese bloque de edificios está el Bar Menta. Data de 1986. Ese año Uruñuela no tenía todavía avenida, su nombre iba en los carteles del PA de candidato a la presidencia de la Junta compitiendo con iconos como Borbolla y Anguita.

El Bar Menta lo abrió Francisco Polinario Hernández. Sevillano de Su Eminencia, venía de trabajar en Mallorca y eligió para su bar ese nombre por una discoteca de la playa de Alcudia. Cuenta la historia Isabel María, su mujer, sevillana del Cerro del Águila. “Esto es lo único que había. Aquí venía todas las tardes el cabrero a tomarse el cafelito mientras las cabras se quedaban ahí fuera comiendo el pasto. Algunas viviendas no tenían ni la cédula de habitabilidad”. “Bar Menta, buenos caracoles”, dice un vecino. “Caracoles, serranito, chipirones y dicen que nuestro alioli es adictivo”, dice una camarera, una de las 17 personas que trabajan.

Las cabras no reconocerían el lugar. Una explanada donde se cruzan y esquinan las calles Cueva de Menga y Cueva del Agua. En el pabellón polideportivo Supera Entrepuentes ya funciona la piscina de verano, donde algunos cuerpos se tuestan al sol. Desde el césped se ven los minaretes que le dieron nombre a una de las urbanizaciones, aunque se lo cambiaron por el de Altamira. La plaza central es un conjunto de bares: Horno Los Minaretes, Bar Vademécum, Pizza Che, Gastrobar La Caldera, Bar McCloud, como el detective de las sevillanas de Pepe da Rosa, que murió en 1986, año que abre el bar Menta.

En los ochenta no existían el pabellón de deportes, el ambulatorio, el instituto ni la parroquia. Ésta, dedicada a la advocación de Santa Ángela de la Cruz, la abrió el párroco José María Moreno, que da nombre a una plaza y está enterrado en el columbario de la iglesia. Ángela Guerrero está habituada a estas convivencias. En la calle San Luis comparte placa conJosé Díaz, el panadero comunista que murió en Tiflis; en Sevilla Este la parroquia con su nombre –y Nuestra Señora de los Ángeles– comparte territorio con el Ambulatorio que lleva el nombre del médico anarquista Pedro Vallina. Lo llegó a dirigir la doctora Herminia Sánchez Monteseirín, profesional de la Medicina, como su hermano, el último alcalde de Sevilla del siglo XX, el primero del siglo XXI. Padre asturiano y madre de Cantillana, Vallina nació en Guadalcanal, pueblo de la Sierra Norte. Combatió el hacinamiento de los corrales de vecinos, fundó en el pueblo de su madre un sanatorio antituberculoso. En el exilio mexicano, creó centros de salud para las comunidades indígenas. Murió en Veracruz. Vicente Tortajada le dedicó la novela Flor de cananas.

El bar Menta patrocina al equipo de fútbol San Roque. El Ayuntamiento le tuvo que buscar un campo nuevo, que se divisa desde el tren Cercanías en el trayecto hasta Palmete-Padre Pío. En la zona vivieron los béticos Stosic y Ureña. Lo cuenta Juan Manuel Ávila, vecino del edificio Azahara. Este periodista, autor de la biografía coral de los Escolapios, deja su trabajo, un documental sobre los fichajes de Dassaev y Maradona, para acompañar a su colega en la visita. Gordillo vive en Los Milanos desde que volvió a Sevilla en 1992 de sus siete años en el Madrid. En las Góndolas pasaron sus últimos meses de vida dos promesas hechas realidad del fútbol y del periodismo, Antonio Puerta y Fernando Carrasco, respectivamente.

El 27 une la plaza del Duque con la Avenida Luis Uruñuela. La Sevilla céntrica con la excéntrica. A un lado, el centro comercial, Zona Este, La Moraleja, las Cuatro Torres. Al otro, urbanizaciones como Azahara, Levante, Miami o Fomento 92, que habla a las claras de esa vocación de futuro. Empezaron a florecer polígonos industriales donde abunda la población china, principal clientela de los nuevos salones de juego.El 27 tiene una parada en el 98. en el paseo Miguel de Unamuno, que une la Avenida Luis Uruñuela con el colegio de Infantil y Primaria Ángel Ganivet, que hoy abrirá sus puertas como colegio electoral. El bilbaíno Unamuno compartió en 1891 oposiciones a cátedra con Ganivet para Salamanca con un tribunal que presidía Marcelino Menéndez yPelayo. Compitieron con nobleza, compartían café, helados y paseos por el retiro. Ganivet se quitó la vida en su destino diplomático como cónsul de España en Riga y Unamuno murió de pena el último día del 36.

La algarabía infantil del colegio Ganivet es el mejor hilo musical de esta nueva ciudad donde Julio Muñoz Gijón completó en El prisionero de Sevilla Este su trilogía de El asesino de la regañá y El crimen del palodú. Los trenes de cercanías pasan a y 4 y a y 34 por la parada de Palacio de Congresos. Se le ven las vergüenzas a la ciudad, el abandono del hospital militar, la utopía del Metro, una de los señuelos electorales, evocada en el trayecto bajo tierra de San Bernardo a Santa Justa. Espadas no tiene avenida, pero su nombre está en los andenes de la estación, compartiendo galería con los reclamos de una conocida ginebra. ¿Quién pondrá su nombre a una futura avenida dentro de cuarenta años? Esos trenes son de Lejanías.

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