"Al menos, que se lo piensen dos veces". Así definía Alfonso Vidán, secretario general de CCOO en Sevilla, el propósito de la mesa en defensa de la industria constituida ayer en la Universidad de Sevilla -un órgano compuesto por dicho sindicato, UGT así como diputados y parlamentarios del PSOE, PP e IU- que tiene como fin evitar la fuga de empresas que operan en este sector tras los últimos cierres anunciados en Roca, Danone o Cargill. 

Vidán y Juan Antonio Gilabert, secretario general de UGT, fueron los encargados de presentar los objetivos de esta mesa. Vidán, en este sentido, incidió en que la "desertización industrial" que sufre la provincia obliga a establecer "un protocolo de actuación" con el fin de evitar esta fuga. El secretario general de CCOO en Sevilla aseguró que los últimos cierres "ponen en solfa" la política de ayudas públicas que las distintas administraciones han concedido a grandes firmas que luegon abandonan la provincia. 

Las noticias aparecidas semanas atrás no son más que el culmen de un proceso de deterioro que ha ido parejo a la crisis. Gilabert aportó uno de los datos que confirma el ocaso de un sector que es vital para la creación de empleos en municipios con gran tradición industrial. En los últimos cuatro años se han destruido 15.000 puestos de trabajo. De este volumen, el 80% se perdió en 2012, lo que ha provocado que salte la alarma sobre el futuro de una actividad que cada día da mayores síntomas de declive. 

"Ante esta situación tenemos que buscar cortafuegos. No tiene sentido que una empresa se vaya de Sevilla tras haber recibido subvenciones y no haya una respuesta contundente por parte de las administraciones", refirió Gilabert, para quien es imprescindible en estos momentos "constituir un frente común organizado y concretar un protocolo de actuación". 

Precisamente los pasos a seguir a partir de ahora fueron el motivo de la primera reunión que se mantuvo ayer en el Rectorado de la Hispalense -marco elegido por ser el más "neutral"- y que estuvo presidida, además de por los representantes sindicales mencionados, por la subdelegada del Gobierno en Sevilla, Felisa Panadero; y el delegado de la Junta en la provincia, Francisco Javier Fernández. 

En en el encuentro también estuvieron presentes el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; el portavoz municipal del PP en el Ayuntamiento hispalense y presidente de los populares sevillanos, Juan Bueno; el portavoz del Grupo municipal Socialista, Juan Espadas; su homólogo en IU, Antonio Rodrigo Torrijos; el portavoz del gobierno de la Diputación, Manuel Domínguez; el secretario de Organización del PSOE sevillano, José Muñoz; y el coordinador provincial de IU, Manuel Gutiérrez Arregui. 

Después de la declaración de intenciones de los representantes sindicales, quedaba por saber si los esfuerzos van dirigidos sólo a impedir que la industria se marche de Sevilla o también a luchar para que nuevas firmas busquen suelo en la provincia para desarrollar nuevos proyectos. Vidán, aunque menos contundente que en sus declaraciones iniciales, aclaró que en primer lugar habrá que "diagnosticar en qué podemos crecer y poner los medios necesarios para que se asienten en Sevilla". 

Lo que está claro, según los convocantes de la mesa, es que en las ciudades que disfrutan de un gran "cinturón industrial" los efectos de la crisis han sido más leves. Por este motivo, recalcó que "en una marcha no es igual que empecemos derrotados que en otra circunstancia donde la empresa se sienta presionada". A este respecto, el secretario general de UGT recordó que hay firmas que han anunciado su "huida" de Sevilla "teniendo beneficios en sus cuentas".