Solteros pero no solitarios

La soltería ha pasado de ser considerada casi como una desgracia a una elección personal, bien por gusto bien porque es la mejor manera que tiene uno de desenvolverse en la vida. Los llamados singles, personas generalmente entre 25 y 45 años con nivel económico medio-alto, gracias a sus dos características principales (ser solteros y disfrutar de más tiempo por tener menos responsabilidades en el hogar), hacen de todo esto una tendencia que cada día gana más adeptos. La soltería ya no equivale a carecer de relaciones sexuales.

En Sevilla también han surgido empresas que buscan darle gusto a esta clientela. Por ejemplo, Speed Dating Sevilla, que basa su oferta de propiciar amistades en las siete citas de siete minutos cada una que siete hombres y siete mujeres tienen para conocerse. Según Carmen Vaquerizo, coordinadora de la empresa, "estos encuentros no sólo se plantean como modo de buscar pareja, sino también para una relación de amistad. Hemos recibido a personas que tienen un flechazo en el momento de conocesre aquí y salen casi como pareja, y a los que se han conocido en la copa que damos luego y han salido después, entablando relación laboral o uniéndose a grupos de amigos".

El éxito que este tipo de quedadas está teniendo se explica, según palabras de sus impulsores, en la privacidad que tienen los participantes. "Los encuentros siempre se celebran en sitios privados como bares (si son pequeños se cierran sólo para ellos), salones de hoteles o del Casino Aljarafe". La creación de grupos por edades o gustos ayuda bastante, según Carmen Vaquerizo. La gran ventaja que estas citas tienen sobre las de internet "es que en los chats mucha gente miente sobre sus características, y luego a la hora de quedar la otra persona se lleva una decepción".

Los expertos coinciden en que lo difícil que es conseguir que el cliente de Sevilla pierda la vergüenza inicial y se apunte a las actividades. Por eso no extraña que muchos recurran a internet en busca de actividades, grupos de amigos o parejas. Una vía para esto es Singlessevilla, que basa su idea principal en que los propios usuarios son los que crean los eventos y proponen actividades a las que los registrados en la página pueden apuntarse (practicar deportes, simples quedadas para tomar algo...). La web tiene previsto sugerir viajes y actividades a medida que el número de usuarios crezca.

En España más de siete millones de personas están solteras, no extraña que se hayan convertido en principal objetivo de las empresas dedicadas a la oferta de actividades de ocio, que ven en ellos un gran filón, puesto que el sueldo que ganan lo dedican a ellos mismos. Cada día aumenta más la práctica de deportes como submarinismo, escalada, surf o golf, son actividades en las que la persona no necesita de la participación de ningún equipo ni compañeros para su desarrollo. También crece la demanda de viajeros individuales a países como Tanzania, Uganda y Madagascar.

Existe otra versión de viajes que tienen lugar normalmente por ciudades europeas en las que pueden realizar turismo cultural por Europa, y de paso conocer a otros singles con los que entablar una amistad. "Al compartir el mismo hotel, autobús y actividades durante el viaje, se favorece que surjan amistades", asegura Reyes Pozo, gerente de la agencia de viajes Tour Oasis. Reyes, por su trato frecuente con este tipo de personas, considera que "económicamente están bien, pero por motivos de trabajo o entorno siempre se relacionan con las mismas personas y no pueden conocer gente nueva con facilidad".

Aunque la edad de los singles no suele superar los 45 años, y se caracterizan por no tener ataduras que influyan en su espacio personal ni les impida regodearse en sus aficiones favoritas, cada día son más las personas viudas y divorciadas de más de 50 años que no dudan en unirse a las actividades que las empresas de ocio les ofrecen, buscando sobre todo un grupo de amigos, ya que en su mayoría suelen ser personas viudas o divorciadas. Es curioso cómo todas las empresas coinciden en que son el grupo que antes pierde la vergüenza inicial de estar ante un grupo de desconocidos, lo que adelanta la diversión y la comunicación.