La noticia de las altas concentraciones de plomo en el suelo de los huertos de Miraflores ha provocado una sorpresa mayúscula entre sus hortelanos. "Pues no me gusta nada la noticia. Vamos a analizar todas las cuestiones que dice el informe científico y ver las parcelas más afectadas", respondió este jueves a este periódico Manuel Fernández, presidente de la asociación de hortelanos Las Moreras.

La noticia les sorprende porque hace diez años asegura que se analizaron las plantaciones del huerto y no se detectó ninguna alarma ni niveles de metales pesados, explica Fernández, con 61 años de edad, que lleva 25 cultivando en estos suelos y come en casa todo lo que cultiva aquí.

Los hortelanos niegan que los huertos estén situados sobre una parcela que antiguamente acogió escombros, como se apunta entre las posibles causas de la presencia de plomo. "Los huertos están en una tierra de aluvión porque en esta zona pasaba el arroyo. Los escombros sí estaban en los alrededores, pero no en las tierras que usamos para huertos", señala Fernández. Si el plomo ha llegado hasta estos suelos podría ser por efecto del aire.

El dirigente de los hortelanos asegura que el uso de estiércol y compost, beneficioso para limitar que el plomo llegue del suelo a la planta, es constante en Miraflores. "Cada año, en septiembre, aportamos estiércol nuevo a las parcelas, con 17 remolques que se reparten entre uno por cada tres huertos", relata. 

La larguísima lista de espera que tenía estos huertos se ha reducido en los últimos años gracias al sorteo periódico de las parcelas que se van quedando libres.