Todavía se puede pintar un paisaje

Ricardo Suárez había escrito el guión del día, como si sus cuadros fueran un palimpsesto de los faulknerianos ruido y furia que la jornada nos depararía. Mataron a Gadafi, la ETA anunció el final de la lucha armada, sí, pero todavía se puede pintar un paisaje.

Seis años de trabajo, 2005-2011. El río Guadalquivir baña las márgenes evocadas en estos cuadros, el río que le regaló los conceptos de límite y lejanía, la zona ribereña en la que su padre, José Antonio Suárez, fue munícipe de San Juan de Aznalfarache, o Dolores López, su madre, vino al mundo a Gelves. Artífices del autor de este "paisaje de ausencias, de recuerdos de la infancia", paseos con su abuelo materno. Le dedica la muestra a Paco del Río. La persona con quien empezó a hablar de la exposición y que antes de su muerte puso en precedentes a Pepe Soto, su comisario.

País, paisano, paisaje, paisanaje. Ricardo Suárez se vale de un texto de Ocnos, la Sevilla que Cernuda evocó desde su exilio de Glasgow, para enmarcar estos cuadros. En la presentación, el anfitrión, Antonio Pulido, cordobés de Castro del Río, presidente de Cajasol-Banca Cívica, y el alcalde Juan Ignacio Zoido, paisajes de Montellano y Fregenal de la Sierra en sus primeros años.

Hay repeticiones técnicas, formales y de formato, advierte el comisario, pero en esa reiteración, dice Pepe Soto, "está la riqueza de su lenguaje". ¿Qué es un paisaje sino unamaravillosa repetición de visiones? A unos metros, una hora más tarde, Pepe Mel presentaba su primera novela. Pero Ricardo Suárez contó con una prima de Gordillo (Luis, el pintor) y con un Rogelio de postín, Trifón, que también ha descubierto la imagen al jubilarse y pertrechado con una cámara de fotos ha inmortalizado en su Montaña a una vaca tudanca.

La exposición estará en Cajasol hasta el 27 de noviembre. Una semana después de las elecciones. Cambia el paisanaje, pero el paisaje permanece. Al alcalde lo arroparon sus concejales Juan Bueno, Francisco Pérez, Amidea Navarro y María del Mar Sánchez Estrella, delegada de Cultura y Tenis. Al pintor, los pintores Pepe Barragán, Félix de Cárdenas, Pablo del Barco, Paco Broca, Fernando Ruiz Monedero. Y las pintoras Reyes de la Lastra, Trinidad Fernández Montes o Marita Rufino. Lola Gordillo, prima hermana del pintor, trianera, familia vinculada al Cachorro, fue con su marido, Ángel Lara, arquitecto, que compartió veraneos en Barbate con la familia del pintor.

El mundo de Suárez es inseparable de Suárez. Lo dijo con otras palabras Juan Ignacio Zoido, que dice que no está para retratos. Cuadros de denuncia y reivindicación por un río con márgenes y demasiado al margen. No faltaron los amigos cofrades del pintor-costalero, su centuria del Homo Cofrade: Cuiña, Moya, Molina, Navarro... Mel prepara una novela sobre la Sevilla de Velázquez. Ayer conocimos la Sevilla de Suárez.