Tussam garantiza autobuses del Prado a la Feria cada 8 minutos pese a la huelga

Movilidad augura que la huelga laboral en la empresa de transportes convocada durante la Feria originará "dificultades, pero no caos" · Fernández ve irrenunciable la externalización de líneas para salvar Tussam

Colas de usuarios de Tussam en las terminales habilitadas para las lanzaderas del servicio Especial Feria.
Colas de usuarios de Tussam en las terminales habilitadas para las lanzaderas del servicio Especial Feria.
Claudio J. Castillo

13 de abril 2010 - 05:03

Políticos y portavoces sindicales dicen que aún hay tiempo para reuniones y posibles soluciones, pero en los dos lados hablan ya de las posibles incidencias de la huelga convocada por la plantilla de Tussam durante toda la semana de Feria, desde el mismo lunes del pescaíto hasta la madrugada del domingo día 25. A fecha de ayer, los portavoces sindicales de la empresa de transportes seguían esperando que el Ayuntamiento de Sevilla moviese ficha y recibiera a una delegación de trabajadores, tal y como solicitaron al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, la pasada semana por carta. Pese a ello, no se ha producido intercambio alguno de comunicación entre la dirección y el comité de empresa de Tussam desde el pasado Viernes de Dolores, dos días antes del paro realizado en la jornada del Domingo de Ramos que, según los viajeros acumulados en comparación con 2009, provocó la pérdida de 90.000 usuarios.

El delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, el socialista Francisco Fernández, admitió ayer que los servicios mínimos decretados por la Junta de Andalucía para el servicio de Tussam durante la Feria -del 50% para las líneas que convergen con la Feria o aportan viajeros a las que llegan al Prado y a Los Remedios, y del 25% en el resto- "no cubren la demanda con eficacia", pero agregó que si el año pasado "el tiempo de espera en el Prado y en la Feria para subir a una lanzadera fue de 4 minutos, este año será el doble, 8 minutos, al estar operativos la mitad de autobuses". En este sentido, Francisco Fernández garantizó la conexión y las frecuencias del servicio de lanzaderas entre el Prado y el real y viceversa, y avanzó que el mayor aparcamiento de la Feria, el del Charco de la Pava, aumentará en 3.000 plazas su capacidad para dar cabida a los sevillanos y visitantes que quieran acudir en coche al parking y de éste a la Feria con un servicio de lanzaderas privado que ya ha sido contratado.

El responsable del ramo sostuvo que la huelga en Feria ocasionará "dificultades, pero no caos", por lo que aludió a las alternativas que ofrecen el Metro y el servicio de taxis -Movilidad mantiene en estudio habilitar un carril taxi en Cardenal Bueno Monreal sólo para la Feria- para "que la Feria discurra con la máxima normalidad posible". Fernández añadió que antes de la primera jornada de huelga habrá alguna reunión para intentar lograr un acuerdo, si bien dijo que aún no había fecha. El capitular apeló a la importancia de la Feria "para el disfrute de los ciudadanos y para la economía de la ciudad" y consideró que "no hay que pensar sólo en la Tussam de la Feria, sino en la Tussam de dentro de unos años, que está claro que tiene que ser de titularidad pública". Por ello, exigió a la plantilla "un compromiso para salvar la empresa" que debe pasar por las condiciones que la empresa "está poniendo sobre la mesa", como es el caso de la externalización de algunas líneas. Fernández dijo que sin la privatización de las líneas deficitarias, el principal escollo que separa a directivos y trabajadores "no se resuelve el problema". En este sentido, dijo que el concurso iniciado con este fin está aprobado, con las plicas abiertas, pero paralizado a la espera de que se alcance un acuerdo sobre el plan de viabilidad de Tussam. "Si tenemos la intención de salvar Tussam a largo plazo hay que reducir gastos fijos, esto es, apostar por una disminución salarial, recortar la plantilla, aumentar la rentabilidad y externalizar algunas líneas", reiteró Fernández, quien adujo que ya no basta con los 61 millones de euros que transfiere el Consistorio cada año para intentar reequilibrar las cuentas.

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