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Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide

Hodaifa confía en una pronta solución a los residuos del aceite

  • Gassan Hodaifa, profesor de la UPO, puso de relieve que en la actualidad “se intentan aprovechar todos los residuos” con el objetivo de generar energía en forma de metano

El profesor de la UPO Gassan Hodaifa, en plena ponencia en la Casa Palacio de los Briones.

El profesor de la UPO Gassan Hodaifa, en plena ponencia en la Casa Palacio de los Briones.

En Andalucía se está haciendo un buen trabajo, aunque todos los municipios y todas las aguas tienen sus problemas, pero creo que son superables y hay que seguir trabajando”. Según Gassan Hodaifa, profesor del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica de la Universidad Pablo de Olavide, en la actualidad “se intentan aprovechar todos los residuos” con el objetivo principal de generar energía en forma de metano para producir electricidad o de cualquier otra forma y “se está trabajando en muchas líneas que están abiertas”, añadió.

El profesor Hodaifa hizo estas consideraciones después de pronunciar una conferencia sobre caracterización de las aguas residuales dentro del curso Tratamientos avanzados para residuos sólidos y aguas residuales, que se celebra en la sede de Olavide en Carmona-Rectora Rosario Valpuesta desde el pasado lunes y que se clausuró ayer. El seminario está dirigido por Gassan Hodaifa y por Antonio Rosal, profesor en el mismo departamento de la UPO. El experto repasó los métodos convencionales y no convencionales que se utilizan para el tratamiento de las aguas tanto urbanas como industriales, y señaló el problema que existe en Andalucía con el sector agrario, en concreto con los residuos procedentes de la producción de aceite de oliva, “con muchas balsas implantadas por todas partes”. Según explicó, cada vez son más numerosas las exigencias para el tratamiento de estas aguas, “pero espero que, en un corto plazo de tiempo, podamos ver unas depuradoras que funcionen bien en este sentido”. En cuanto al tratamiento de restos vegetales, aseguró que “hoy en día hay mucha tecnología para el aprovechamiento de estos residuos y la transformación de la biomasa vegetal en combustibles”.

“Hoy en día hay mucha tecnología para el aprovechamiento de estos residuos y la transformación de la biomasa vegetal en combustibles”

Durante la jornada de clausura del curso, Gassan Hodaifa impartió también diversas ponencias sobre residuos de la industria agroalimentaria, tecnologías avanzadas de oxidación y Tecnología de microalgas y su aplicación en la bioremediación de las aguas residuales, que consiste en “introducir las microalgas en las aguas residuales no generando un fango que luego hay que gestionar y producir energía y otros productos”. De esta manera, según avanzan algunas experiencias, “la rentabilidad económica podría ser muy interesante”.

En cuanto a los tratamientos que se utilizan para gestionar los residuos procedentes de la industria agroalimentaria, el profesor de la UPO recordó que este sector representa la principal actividad de la industria manufacturera europea, representando el 14,9 por ciento de su facturación total, y España ocupa el quinto puesto, por detrás de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. “Estas cifras ofrecen una idea de la importancia de una industria que, tras su integración en la Unión Europea, prácticamente ha triplicado las inversiones para no paralizar su desarrollo”, subrayó el ponente y codirector del curso.

Figueredo califica de “imprescindibles” los efectos digitales

El productor de cine Olmo Figueredo calificó como “imprescindibles” los efectos especiales digitales, “tanto visibles como invisibles”, y aseguró que el cine “no es un trabajo individual, sino lo más parecido a una cooperativa que existe”.

Figueredo realizó estas declaraciones durante una mesa redonda del seminario Los efectos especiales en el cine. El productor apoyó esta afirmación ilustrando que “cuando algo no sale bien” en el rodaje, siempre se dice “ya se solucionará en pospro. No obstante, admitió que en ocasiones “te encuentras con un problema, porque a veces hay que hacer magia con poco dinero”. En este sentido, se pronunció también el traductor de cine Enrique Kike Mesa, que aseguró que el proceso de posproducción de una película es una fase “muy costosa”, porque requiere de mucho tiempo y recursos, por lo que “apostarlo todo a la posproducción es un error. Es como pegarse un tiro en el pie”.

Olmo Figueredo, a la izquierda, recogiendo un premio. Olmo Figueredo, a la izquierda, recogiendo un premio.

Olmo Figueredo, a la izquierda, recogiendo un premio.

En su opinión, es “incuestionable” la importancia que tienen los efectos especiales “en cualquier tipo de producción”, si bien subrayó que hubo una época en la que eran protagonistas en una especie de “alarde de productores y directores” y, aunque hoy por hoy no es así, es un “aliado especial” en una película de género y se corre a veces el “error de magnificarlos”.

Mesa manifestó también que, en la industria del cine, no se puede hacer un producto en el que se den simultáneamente las variables de “bueno, bonito y rápido”, sino que, de entre las tres, hay que elegir porque “sólo pueden coincidir dos al mismo tiempo”. Asimismo, aseveró que en su último trabajo, los efectos visuales han copado el 25 por ciento del presupuesto global y han requerido el trabajo de entre 40 y 50 profesionales durante los 10 meses que duró el trabajo de posproducción.

Por su parte, Figueredo reconoció que los productores suelen consignar más dinero en previsión de las contingencias que puedan surgir en el capítulo de efectos visuales, por lo que recomendó ser “creativos” con la financiación para ir ampliando esta partida recortando de las demás, al tiempo que afirmó que los “efectos invisibles” son los más importantes en el cine, y que es usual que los “evidentes” se caigan en el proceso de posproducción.

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