La guerra en Ucrania genera inquietud en el sector turístico, pero, de momento, no afecta a Sevilla. La razón es que el  mercado ruso es muy poco significativo para la capital, que, por tanto, no experimentará una bajada de visitas por este motivo. La mayoría del turismo extranjero que llega hasta Sevilla en estos meses procede de Francia, seguido de Reino Unido, Países Bajos y Alemania básicamente. El turismo ruso corresponde a un segmento premium y, por ahora, es testimonial.  Rusia nunca ha sido uno de los principales mercados emisores en España, pero sí destaca por el alto nivel de gasto que genera.

En este sentido, la afección será también mayor en otras zonas del país donde tienen hoteles grandes empresas, agencias y touroperadores rusos. Por ejemplo, en la Costa Dorada y la Costa Brava.  En la Costa del Sol hay también fortunas más independientes, pero los posibles visitantes que llegan de Rusia son propietarios de segundas residencias. En Andalucía, por tanto, el impacto turístico directo de esta guerra será poco significativo a corto plazo, según las fuentes consultadas.

La duda ahora es cómo afectará esta guerra al espacio aéreo si se extiende, pues los cierres condicionarán mucho los flujos turísticos.

Y también a la incertidumbre que generará en los viajeros, que pueden aplazar sus desplazamientos ante el temor de que estalle un conflicto mayor.  Lo que sí supone un riesgo es para los costes operacionales, pues la guerra en Ucrania sí provocará un encarecimiento del precio de la energía (combustible, electricidad, gas), lo que afectará mucho a los costes operacionales de las empresas turísticas y les restará, además, competitividad, según ha apuntado ya la patronal hotelera, que ya teme que las previsiones optimistas que había para la Semana Santa se desvanezcan por la inestabilidad ya provocada por la guerra.