La delegación de la Unesco que inspeccionará el posible impacto de la Torre Cajasol en el conjunto declarado como Patrimonio Mundial visitará Sevilla la segunda semana de noviembre, según han confirmado varias fuentes a este periódico.

En concreto, está previsto que la delegación de la Unesco viaje a la ciudad hispalense en el primer tramo de la segunda semana de noviembre, es decir, entre los días 7, 8 y 9 de dicho mes. Eso sí, todas las fuentes hicieron hincapié en que este calendario puede variar, como ya ocurrió el pasado mes de junio, cuando se suspendió una visita largamente esperada por los sectores más críticos con la construcción de este rascacielos de 178 metros en el extremo sur de la isla de la Cartuja. La visita se enmarca dentro del expediente abierto en la Unesco sobre la construcción de la torre una vez que un informe encargado a especialistas y presentado en la última reunión del Comité Mundial del Patrimonio determinó que el rascacielos suponía un "impacto negativo" en el conjunto formado por el Alcázar, la Catedral y el Archivo de Indias, que tiene la calificación de Patrimonio Mundial.

Según indicaron las mismas fuentes, la delegación estará compuesta por dos personas: una de la Unesco perteneciente a su Centro del Patrimonio Mundial y otra seleccionada por el Comité Internacional de Monumento y sitios (conocida por sus siglas en inglés como Icomos). Precisamente, este último organismo, que asesora a la Unesco en cuestiones relacionadas con el patrimonio histórico-artístico, ha sido muy crítico desde el principio con el proyecto promovido por la sociedad Puerto Triana (participada mayoritariamente por Cajasol) y diseñado por el arquitecto norteamericano de origen argentino César Pelli.

La visita de los técnicos de la Unesco se anuncia en unos momentos en los que las obras de la Torre Cajasol se han acelerado debido a la finalización de instalación del forjado autotrepante, lo que permite a los operarios aumentar el ritmo de los trabajos.

Actualmente, la estructura de la torre se encuentra ejecutada en un 38%, mientras que la del aparcamiento subterráneo, pensado para acoger a más de 3.000 coches y unas 400 motos, ha alcanzado ya el 95% de su terminación.