Las universidades andaluzas necesitan cuanto antes un nuevo modelo de financiación universitaria para continuar creciendo y poder competir en igualdad de condiciones con el resto de instituciones españolas. Así lo reflejan los datos recogidos por la Fundación CYD en su último informe, donde se señala que las universidades andaluzas son las que menos dinero reciben por alumno para hacer frente a los gastos.
El último Informe Conocimiento y Desarrollo (CyD) viene a poner negro sobre blanco las carencias y las diferencias entre universidades. En el caso de la Universidad de Sevilla (US), según este estudio, recibió en 2017 por alumno de grado un total de 3.368 euros por transferencias que se destinan a financiar gastos corrientes, no de inversión.
Esta cifra convierte a la Hispalense en la tercera universidad pública española que menos dinero recibe por alumno y muy por debajo de la media española, situada en 6.008 euros, casi el doble. Sólo la Universidad de Málaga (3.156 euros), y la Rey Juan Carlos (3.156) cuentan con peores datos.
Financiación de las universidades españolas por CCAA.
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Fuente: Fundación CYT y Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Gráfico: Dpto. de Infografía
La Universidad Pablo de Olavide (UPO) tampoco se libra de este descalabro. La UPO sólo está un puesto por encima de la US en esta tabla, con 3.586 euros por alumno.
En el otro lado, encabeza la clasificación la Politécnica de Valencia, con 10.937 euros. La diferencia entre lo que recibe la Universidad de Sevilla y la Politécnica de Valencia por cada alumno matriculado es de 7.569 euros.
La UPO tampoco se libra de este descalabro y se sitúa sólo un puesto por encima de la US en financiación de gastos corrientes
Estas transferencias proceden, fundamentalmente, de las comunidades autónomas, de ahí el interés que tienen las universidades andaluzas en que, después de años de espera, se dé a luz verde a un nuevo modelo que corrija la desigualdad.
El Informe CYD introduce otra variable, el PIB per cápita regional, "lo que nos estaría indicando el esfuerzo público relativo, dado el nivel de riqueza de cada comunidad autónoma en la financiación de sus universidades públicas presenciales”. Esta ratio no se llega a detallar por Universidad pero sí por comunidad. En Andalucía, el resultado coloca a la región entre las comunidades con menor porcentaje de transferencias corrientes por alumno divididas por el PIB, junto a Baleares, Cataluña y Madrid.
La situación no mejora mucho cuando se trata de las transferencias corrientes y de capital. En este apartado, la Universidad de Sevilla tiene una media de 6.427 euros por alumno de grado, de nuevo, lejos de los datos de la Politécnica de Valencia (12.457 euros) y de la media nacional (7.418).
Los gastos corrientes por alumno –siempre con datos del curso 2017/2018– ascienden a 6.706 euros de media. Este indicador se define como la ratio entre el conjunto de gastos corrientes de la Universidad –personal, gastos en bienes y servicios, gastos financieros y las transferencias corrientes– y el número de matriculados en estudios de grado. "Esta ratio sirve para aproximar el esfuerzo que realizan las instituciones de educación superior universitaria", indica el informe.
Alumnos de la Universidad de Sevilla
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Belén Vargas
Esos 6.700 euros por alumno de la US colocan a la institución de educación superior de nuevo en la mitad inferir de la tabla, en concreto en el puesto 36 de 47. A la cabeza, una vez más, Politécnica de Valencia (11.781 euros de gastos corrientes por alumno) y la Politécnica de Catalunya (11.202 euros). La de Córdoba es la universidad andaluza con mejor resultado (8.100) en este apartado, seguido de la Universidad de Granada (7.492), la de Jaén (6.816) y la Pablo de Olavide (6.714).
La Universidad de Sevilla sí consigue arañar posiciones cuando se trata de los gastos de personal. Según este documento –que recopila datos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU)–, el indicador de gastos de personal (que incluye a docentes e investigadores y a personal de administración y servicios) es de 47.846 euros a nivel nacional, lo que sitúa a la Hispalense en la zona media de la tabla con 46.638 euros y un poco por debajo de la media andaluza (47.448). Este indicador es, en palabras del informe, "el más importante cuantitativamente".
Estos promedios se acompañan de un análisis que tiene en cuenta la evolución de los últimos años. El Informe CYD determina que los ingresos fueron en 2017 de 9.194 millones de euros, mientras que los gastos fueron de 9.023 millones de euros. "Ambas cifras suponen un incremento, del 0,6% y 3,8%, respectivamente, en comparación con las cifras de 2016", pero los números siguen siendo inferiores a los de 2009.
Un nuevo modelo de financiación
Las reivindicaciones de los rectores andaluces a favor de un nuevo modelo de financiación actualizado, que cierre una de las grandes heridas del sistema universitario andaluz y reduzca las desigualdades existentes con el resto de universidades españolas no han cesado en todos estos años. El último en hacerlo públicamente fue el rector de la US, Miguel Ángel Castro, durante el acto de inauguración del curso académico el pasado 28 de septiembre.
Castro recordó en su intervención que "no se ha dotado en términos netos ni uno sólo de los acuerdos de la Mesa General de Negociación de las Universidades Públicas de Andalucía con el Gobierno Andaluz", lo que supone "hacer recaer sobre los recursos propios de las Universidades un peso de 40 millones de euros para afrontar los compromisos". "Vamos, por tanto, a adelgazar unos remanentes que deseábamos disponer para proyectos estratégicos y de infraestructura y que teníamos prohibido", lamentó.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ya anunció hace unos días en la apertura del curso universitario en Córdoba, que el nuevo modelo tendrá en cuenta los resultados, la "calidad y nivel de la producción científica" de cada una de las universidades. Éstas esperan recibir a lo largo de este mes un primer borrador del nuevo modelo.
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