La Gerencia de Urbanismo ha concedido a los nuevos dueños del histórico edificio que fue el primer establecimiento de Café Saimaza la licencia de obras solicitada para el cambio de uso residencial a terciario. El comienzo de los trabajos queda pendiente de que la propiedad presente un informe de cautela arqueológica y un reformado del proyecto.
Un grupo inversor vasco firmó a mitad de julio las escrituras de compraventa del inmueble enclavado en una de las zonas más privilegiadas de la ciudad (a escasos metros de la Plaza de la Encarnación) y que era propiedad de la familia Sainz de la Maza. En los planos que han recibido el visto bueno de los técnicos de Urbanismo se conserva en su integridad una de las partes más conocidas del edificio, los paños cerámicos de Mensaque que se encuentran en la fachada. Además, se protege las primeras crujías, patio, escalera y cubierta.
La intención del grupo inversor, que cuenta con varios proyectos similares repartidos por el norte y centro del país, es inaugurar este nuevo establecimiento hotelero con el que contará el casco antiguo antes de que termine el verano del año que viene. La inversión prevista para reformar la finca superará el millón y medio de euros. Se pretende llegar a todos los públicos: matrimonios mayores, parejas con hijos y jóvenes. El hotel contará con un máximo de 45 habitaciones y una zona de descanso en torno al patio central en el que los huéspedes dispondrán de un espacio de restauración.
La empresa aún se encuentra ultimando cuál será el proyecto empresarial y su clasificación hotelera. Se trabaja en algo singular que hasta el momento no existe en la ciudad. “Tenemos mucho interés en Sevilla. Éste es un edificio característico que cuenta con una buena ubicación”, apunta Íñigo Irusta, uno de los inversores. La finca dispone de una superficie construida sin división horizontal de 1.639 metros cuadrados repartidos en tres plantas para viviendas y una cuarta de almacén y otros usos. La fachada da para dos calles peatonales: Goyoneta y Buiza y Mensaque. Construido en 1920 y reformado en 1970, se encuentra en la zona comercial formada por Puente y Pellón, Cuna y la Plaza de la Encarnación. El edificio fue proyectado por Antonio Arévalo Martínez para Francisco Sainz de la Maza, y está decorado con unos magníficos paños cerámicos de Mensaque.
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