El pasado miércoles 21 de febrero, se reunieron en la plaza de San Marcos más de 50 personas, para celebrar una asamblea abierta sobre la problemática relacionada con los pisos turísticos en esta parte de la ciudad, especialmente en la zona norte del casco antiguo. Asistieron personas de otras zonas como El Arenal o Macarena.

Entre los problemas tratados en la asamblea destacaron el aumento de los alquileres, expulsión de personas de toda la vida a quienes los propietarios no renuevan los contratos e incluso los presionan para desalojar, construcción de remontes ilegales en edificios del barrio, cierre de comercios tradicionales cuyos locales son convertidos en alojamientos turísticos y problemas de convivencia debido a ruidos, generación de basura y uso de patinetes eléctricos. Además, se expusieron varios casos particulares de familias en situación de vulnerabilidad con niños menores que enfrentan amenazas de desahucio debido a las dinámicas de especulación presentes en el barrio.

Como conclusiones de la asamblea, se decidió promover una plataforma con diferentes agentes asociativos del barrio para luchar contra la proliferación de los apartamentos turísticos en el casco antiguo. También se planteó la necesidad de crear una oficina de asesoramiento al vecindario para brindar apoyo e información sobre sus derechos, tanto a aquellas personas que tienen en riesgo su contrato de alquiler debido a la presión de los pisos turísticos como a las comunidades de vecinos que conviven con estos pisos, en muchos casos sin licencia o con licencias fraudulentas.

Por último, se elaboró un esbozo de tabla reivindicativa que debe incluir una moratoria inmediata de las licencias de viviendas turísticas, una mayor labor inspectora por parte del ayuntamiento en materia urbanística y de licencias, protección al vecindario frente a la especulación y los desahucios sin alternativa habitacional, veto a la conversión de locales comerciales en residenciales y una reflexión acerca de la necesidad de decrecimiento turístico en la ciudad.

Las personas convocadas no descartan futuras acciones y movilizaciones para defender el derecho de todas las personas a seguir habitando sus barrios frente a la presión turística y hostelera.