"Volví a sentirme humano"
Una mano biónica sacó de la depresión a un trabajador víctima de un accidente laboral.
Uno de los momentos más humanos de las intervenciones de ayer fue en el que habló Nigel Ackland, la primera persona en el mundo en portar una mano artificial Bebionic 3 tras sufrir un accidente laboral en 2006. Ackland describió el infierno en que se convirtió su vida debido a las amputaciones y las consiguientes infecciones, por lo que se sumergió en una profunda depresión de la que creía que nunca iba a salir.
La solución, según Ackland, llegó cuando se le ofreció la colocación de esta prótesis biónica que le ha hecho sentirse "humano de nuevo". Esta mano está conectada a una serie de sensores que interpretan las órdenes cerebrales, aunque todavía le queda algo que mejorar. "No puedo coger uvas, las machaco", bromeó.
Nigel Ackland, quien recibió una fuerte ovación, recordó que en el mundo hay 20 millones de amputados que no tienen acceso a ningún tipo de prótesis.
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