El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha defendidosu presencia en la manifestación celebrada ayer en la capital hispalense sobre el caso de Marta del Castillo, desaparecida hace tres años, y ha señalado que iba detrás de una pancarta "que no se metía con nadie". 

En rueda de prensa en Madrid después de reunirse con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en calidad de presidente de la Femp, Zoido ha eludido profundizar en una valoración sobre la reforma de la Ley del Menor anunciada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y ha recordado que la iniciativa legislativa corresponde el Gobierno. 

"Las decisiones que vaya a tomar el ministro ministro son decisiones suyas y el Gobierno es quien tiene la iniciativa legislativa", ha subrayado el alcalde, que también ha señalado que aún no tenía un conocimiento profundo de las medidas esbozadas por el responsable de Justicia esta misma mañana en el Congreso de los Diputados.

En términos generales ha dicho que es "partidario" de un cambio legislativo en "algunas normas", tarea que corresponde al Congreso. En cualquier caso, ha dicho que aboga por la "adaptación de las normas para que no se produzcan circunstancias como las de este caso".

Preguntado por las críticas a su presencia en la manifestación, Zoido ha dicho que ha seguido "muy de cerca el padecimiento" de la familia de Marta y ha reflexionado sobre la crudeza de perder a una hija en las circunstancias en que ha desaparecido la chica sevillana. "Hay que ponerse en la piel de la familia", ha subrayado.

En la misma línea, ha recordado que había recibido a la familia antes de la manifestación y que ésta le pidió que les acompañase. Así, ha subrayado que estuvo al lado de "unos padres destrozados" y detrás de una pancarta que "no se metía con nadie porque lo único que decía es 'Todos somos Marta'".

En su comparecencia ante los medios, el alcalde también ha incidido en el respeto a la división de poderes , "como no puede ser de otro modo" en un Estado de Derecho, y en el respeto a las decisiones judiciales sometidas a recurso.