El acusado del crimen de la calle Feria seguirá en prisión hasta el juicio
La Audiencia Provincial desestima el recurso de apelación contra la decisión del juez de no concederle la salida de prisión bajo fianza.
El hombre acusado de un homicidio en agosto pasado en la calle Feria homicidio en agosto pasado en la calle Feriaseguirá en prisión hasta la celebración del juicio, cuya fecha no está fijada, tras la desestimación por parte de la Audiencia Provincial de Sevilla del recurso de apelación que presentó su abogado, contra el que no cabe recurso.
El detenido, J.M.F.R., de 38 años y natural de Aznalcázar, confesó que fue el autor del crimen y está acusado de los delitos de homicidio consumado, detención ilegal, robo con violencia, lesiones, falsedad y de dos faltas de estafa. El fallecido era de nacionalidad boliviana, estaba envuelto en una manta y atado con cinta aislante dentro de un armario en un piso de la calle Feria. La Policía Nacional detuvo al actual acusado, un vigilante de seguridad sin antecedentes penales, que fue descubierto cuando en los agentes acudieron a ese domicilio a raíz de una pelea y alertados por los vecinos, que oyeron fuertes gritos en un piso.
Los policías se encontraron con un hombre que sangraba abundantemente por la muñeca y los nudillos de una mano, ya que al parecer había roto el cristal del portón a golpes. El joven contó a los policías que su primo había subido a un piso de ese edifico a comprar un teléfono móvil y que se escucharon golpes y gritos, de ahí que golpease el cristal. En ese momento, los agentes advirtieron que otra persona se estaba descolgando por el balcón del primer piso y que emprendía la huida, por lo que fue perseguido y alcanzado a los pocos metros.
Este hombre dijo a los policías que huía porque había concertado una cita con un joven para venderle un teléfono móvil y que le golpeó con una botella en la cabeza para sustraerle los 400 euros que llevaba para la compra. Tanto el herido en la mano al golpear el cristal como su familiar, herido en la cabeza, fueron trasladados a un centro médico, mientras que el supuesto agresor fue detenido y se recuperó el dinero que había sustraído.
Cuando los agentes comenzaron a preguntar al detenido sobre el piso donde había tenido lugar el incidente, confesó que había matado al inquilino, cuyo cadáver estaba en el interior de la vivienda desde unos días antes. También declaró que encontrarían la cartera de otra persona a la que había robado tras tener una cita con él. Uno de los agentes entró en el piso y localizó el cuerpo de una persona, que estaba envuelto en una manta y atado con cinta aislante dentro de un armario.
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