El jardín secreto de la calle González Cuadrado 52 que los vecinos levantaron hace veinte años con mucho esmero sobre lo que entonces era una escombrera inmunda está amenazado de muerte. Este pulmón verde con decenas de árboles (paraísos, jacarandas, caqui persimon, azofaifos, nísperos...) que aporta oxígeno a las casas que lo rodean junto al entorno monumental del Palacio Marqueses de la Algaba y la iglesia Omnium Sanctorum desaparecerá por completo, si se cumplen los planes de la Consejería de Fomento de la Junta de construir en este lugar una decena de viviendas de protección oficial.ç

Acoge decenas de árboles (paraísos, jacarandas, caqui persimon, azofaifos, nísperos...) que aportan oxígeno a las casas que lo rodean

La administración andaluza no ha tenido en dos décadas el más mínimo interés por desarrollar este suelo irregular de 378,5 metros cuadrados entre varias manzanas. Ahora, sin embargo, parece decidida a construir VPO en este suelo residencial aun cuando el acceso a la parcela es mínimo, prácticamente es un pasillo de apenas 1,15 metros de anchura.

La Junta ha licitado y adjudicado recientemente sondeos geotécnicos para ver las características del terreno. Y sin previo aviso ha sellado las dos puertas de acceso por la que los vecinos de las fincas colindantes entraban a este jardín para regarlo, para pasear a sus mascotas o con sus hijos, lo que ha causado malestar a los residentes que han cuidado tanto de este enclave.

Localización del jardín secreto de la calle González Cuadrado 52.

El vecino Julio sin ir más lejos, fue quien limpió, cubrió con tierra y abonó el solar cuando era una escombrera para transformarlo en un espacio verde. El sellado de estas puertas ha impedido también que este periódico pueda tomar imágenes del interior del jardín.

Sin previo aviso la Junta ha sellado las dos puertas de acceso por la que los vecinos de las fincas colindantes entraban a este jardín para regarlo, para pasear a sus mascotas o con sus hijos

Aparte del acceso demasiado estrecho de la parcela, es posible que el subsuelo acoja restos arqueológicos que compliquen la construcción de viviendas en este punto. Los vecinos mantienen que bajo la tierra y los árboles que se plantaron hay restos romanos que se cubrieron en su día cuando se hicieron los edificios circundantes.

La consejería de Fomento no ha podido estudiar aún el terreno desde el punto de vista arqueológico. De momento, solo ha realizado estudios geotécnicos, y su pretensión es construir en este suelo vivienda protegida en un programa que aún está por determinar, según explicaron fuentes de esta administración a este periódico.

Los vecinos afirman que este jardín es un regalo teniendo en cuenta la falta de zonas verdes que padece la zona Norte del casco antiguo. “Que dejen el jardín como está para que los niños del barrio que son muchos puedan seguir teniendo una zona verde cerca y para que sigamos cuidándolo. Que abran la enorme puerta que ahora cierra la entrada desde González Cuadrado”, reclama Manuel, vecino de uno de los tres edificios que circundan esta parcela.

Los vecinos afirman que este jardín es un regalo teniendo en cuenta la falta de zonas verdes que padece la zona Norte del casco antiguo

Manuel recuerda que la guardería de esta calle, que está llena de niños, da directamente al jardín y permitir el uso de los niños a esta zona verde podría ser una buena opción.

Posibles restos y origen del nombre de la calle

Mientras no se realicen estudios arqueológicos no se sabrá qué esconde el subsuelo de esta calle. En la Enciclopedia de las calles de Sevilla se ofrecen datos interesantes, como que el número 44 de González Cuadrado se denominó Piedra Horadada en el siglo XV y Peña Horadada a partir del XVI a una piedra o roca con algún orificio que existía en ella, posiblemente restos de alguna escultura. Y que en el XVI existió en esta zona un Hospital de San Antonio de Padua. 

El nombre actual de la calle le dio en 1879 en memoria de José González Cuadrado (1772-1811), fusilado por los franceses durante la ocupación de José Bonaparte

En esta misma obra se cuenta que el nombre original de la calle González Cuadrado desde el siglo XV era Bancaleros porque allí vivieron hasta el XVI los artesanos de los bancales o tapetes que se usaban antaño para cubrir bancos, un elemento muy usado en la época.

Y que el nombre actual de González Cuadrado se le dio en 1879 en memoria de José González Cuadrado (1772-1811), fusilado por los franceses durante la ocupación de José Bonaparte junto a Bernardo Palacios Malaver por negarse a identificar a los compañeros de conspiración.