Alfonso Guerra alerta del riesgo de un Estado confederal en disolución

XIII Premio Clavero

Recibe de manos de Felipe González el XIII Premio Clavero que conceden el Grupo Joly y la Fundación Persán

"No perturbemos la convivencia en paz y libertad de los españoles", dice el ex presidente

Fotos de la entrega del Premio Clavero a Alfonso Guerra

Entrega del XIII Premio Manuel Clavero a Alfonso Guerra / Antonio Pizarro

Emocionado y con un discurso profundo y machadiano pero reflexionando sobre la realidad. Así recibía Alfonso Guerra el XIII Premio Manuel Clavero que conceden el Grupo Joly y la Fundación Persán. Y lo recogía de la mano de Felipe González, “dos amigos”, en un acto solemne con una gran afluencia de público. No era una jornada para analizar la situación actual pero ninguno de los dos protagonistas quiso evitarlo.

Y el premiado fue directamente al centro del asunto. “Estamos en el umbral de una mutación constitucional que comporte la transformación de un Estado único descentralizado en otro confederal en camino de disolución”, aseguraba quien ha sido uno de los padres de la Constitución.

Alfonso Guerra defendía el papel del Tribunal Constitucional, cuyas sentencias acata, pero también expresaba su grave preocupación por la deriva del país, alertando de unos cambios que en Andalucía se miran con particular sensibilidad. Mucho más en un premio que recoge el legado de Manuel Clavero. “Cuando se cambia gravemente el sistema fiscal de un Estado, lo que se cambia es el Estado. El trabajo de todos los demócratas es el de preservar la unidad de España que no es otra cosa que la igualdad de todos los españoles”, decía en su intervención.

Panorámica de los asistentes a la entrega del XIII Premio Clavero en el Alcázar.
Panorámica de los asistentes a la entrega del XIII Premio Clavero en el Alcázar. / Antonio Pizarro

En presencia de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en cuya casa se reencontraron ambos en 2023 tras treinta años de distanciamiento, Felipe González y Alfonso Guerra se deshacían en elogios mutuos, asegurando ambos que era el otro quien tenía la iniciativa política en sus años de Gobierno. Felipe González quiso dejar todo el protagonismo al premiado, “Clavero estaría muy contento con este premio; como lo estoy yo”, decía el ex presidente, que también fue reconocido con un Premio Clavero.

González recordaba sus años juntos pero también dejaba un recado: “Nada merece la pena para llegar a situaciones que ya hemos vivido. Tampoco apartemos a la gente de la política”, aseguraba en referencia a la actualidad.

Y defendía que a ambos les preocupan las mismas cosas, “estamos exactamente en la misma onda que estaríamos hace 40 años; tenemos las mismas percepciones de la realidad”. Y, en este contexto, dijo, “no perturbemos la convivencia en paz y libertad de los españoles”.

Pacto y concordia

Ese espíritu de la Transición impregnaba las palabras de Alfonso Guerra, que sigue defendiendo “el acuerdo antes que la conflagración. Los unos y los otros renunciaron a parte de sus ideas a cambio de encontrar un punto común que les permitiera la convivencia en paz”.

En un ambiente político lleno de egos, al que se refería con sorna, Alfonso Guerra defendía su modestia. “Aprovecho este acto de reconocimiento para decirles que sólo soy un sevillano más, enamorado de su ciudad, apasionado de Andalucía y profundamente español, cada fibra de mi corazón vibra con mi amor por España. Sentimientos que aprendí de los viejos maestros socialistas del pasado”.

Felipe González, durante su discurso de la entrega del Premio Clavero a Alfonso Guerra.
Felipe González, durante su discurso de la entrega del Premio Clavero a Alfonso Guerra. / Antonio Pizarro

En el acto también intervino el presidente del Grupo Joly, José Joly, quien defendía el papel de la prensa y recordaba a todos los presentes, dirigentes pasados y también actuales con cuatro miembros del actual Consejo de Gobierno.

“Solamente hay que recordar que la libertad de prensa está para proteger a los gobernados y no a los gobernantes y que la mejor ley de prensa es ninguna. Esto, que lo entendieron muy bien los políticos de la Transición, no cotiza hoy en día”, dijo José Joly.

La presidenta de la Fundación Persán, Concha Yoldi, acompañó a Felipe González en la entrega del premio a Alfonso Guerra. Un hombre que dijo de sí mismo que sólo le gusta “trabajar, leer y pagar impuestos, y si sube el pago de impuestos es que he ganado más dinero”. Eso y sus nietos Inés y Alfonso, a los que mencionó con ternura.

El acto, presentado por la directora de Transición Digital del Grupo Joly, Magda Trillo, contó también con la intervención del presidente del Jurado, el periodista Ignacio Martínez, quien se encargó de presentar a Felipe González. Y todo ello ante la presencia de tres ex presidentes de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y Susana Díaz, de los consejeros Antonio Sanz, Carolina España, Rocío Blanco y José Antonio Nieto, además de una nutrida representación de la sociedad civil.

El jurado que ha concedido el XIII Premio Clavero ha estado compuesto por Oliva Luque, Manuel Clavero Ternero, Luis Miguel Martín Rubio, José Aguilar y José Antonio Carrizosa.

Abrazos y una cordialidad de otra época

La entrega de premios, y más de uno con trece años de solera a sus espaldas, se ha convertido en un acontecimiento social, un lugar también para dejarse ver. Pero el ambiente de esta ocasión era algo más especial porque, tal y como decía el propio Alfonso Guerra, se premiaba con él a toda una generación. Y una buena parte de ella acudía emocionada a reencontrarse para comentar la actualidad política con un punto de nostalgia.

Quienes han mandado, y mucho, en Sevilla, Andalucía y España, tenían criterio para analizar la situación política actual, “¿por dónde empezamos?, ¿la política internacional?, ¿la economía?, ¿o la situación de la comunidad autónoma?”...

Pero no era sólo tiempo de nostalgias sino de demostrar que hay todavía mucho de ese espíritu de la Transición en el Patio de la Montería del Real Alcázar donde se celebró la entrega de premios. Diputados del PP en los tiempos de los gobiernos socialistas se reencontraban con sus rivales políticos, protagonistas de la noche.

Por eso no extrañó el “afectuoso saludo” del consejero de la Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, a los “tres ex presidentes de la Junta de Andalucía”, entre los que se encontraba Manuel Chaves, con quien ha tenido diferencias mucho más que graves, tribunales mediante.

Fue también el momento del reencuentro de muchos compañeros de Consejo de Gobierno que miraban en Alfonso Guerra la figura política a imitar. “El respeto se lo ganaba con su esfuerzo y su inteligencia”, recordaba uno de quienes se sentaba en esos sillones. No hizo comparaciones. Tampoco hacía falta.

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