La restauración integral del altar mayor de la Catedral de Sevilla ha llegado a su ecuador y el Cabildo quiere dar a conocer su recuperación con la puesta en marcha de unas visitas guiadas que arrancarán en el mes de abril. Las personas que quieran comprobar el avance de los trabajos lo podrán hacer de manera gratuita en tres turnos diarios, para 15 personas, de lunes a viernes. Se podrá acceder a las tres primeras plantas del enorme andamio montado para acometer la restauración. El proyecto de difusión, denominado Veintisiete escenas del retablo, será accesible para personas con movilidad reducida y estará complementado con paneles fotográficos, pantallas de vídeo y algunas piezas que se encuentran desmontadas. 

Los responsables de la restauración dieron este martes a conocer los pormenores de esta importante intervención, que tiene un coste de 1,6 millones de euros, íntegramente asumidos por la Catedral, que pretende devolver al retablo todo el lustre perdido durante las restauraciones anteriores, a la vez que se resana toda la estructura. Hasta la fecha se han recuperado y adherido numerosos fragmentos y piezas desprendidas, inestables o mal ancladas; y se han consolidado y fijado los estratos del dorado y las policromías separadas del soporte en el conjunto de la mazonería y las esculturas. La retirada de la superficie original de los barnices oxidados y oscurecidos, y de los antiguos repintes que distorsionaban el altar, ha finalizado en la viga de imaginería y el guardapolvo, y ahora se extiende por el resto de la estructura. 

Vídeo: Antonio Pizarro

La responsable de Bienes Muebles del Cabildo, Teresa Laguna, explicó que gracias a las técnicas actuales se puede combatir las patologías antiguas: "Todas las intervenciones anteriores han ido dejando un sustrato de colas y capas que impedían llegar a la limpieza del oro y alteraban las policromías. Ahora se puede sacar a la luz todo el dorado original que queda, que es mucho". La fijación de las policromías y el dorado de las imágenes se está haciendo con una limpieza química y aplicación de láser. Estas técnicas permiten eliminar, sin dañar la superficie original, la gruesa capa de cola orgánica que había sido aplicada en intervenciones anteriores y que ocultaba los colores originales. 

El proyecto se desarrolla en tres fases: investigación, que abarca la redacción del proyecto y el análisis de la construcción y las patologías del retablo. Actuación, para poner en práctica los criterios adquiridos en la fase anterior. Y conservación preventiva, que pretende evitar actuaciones intensivas cada 40 ó 50 años y ejercer un control periódico con interveciones cotidianas y menos costosas. La finalización de los trabajos está prevista para la primavera de 2014. 

De forma paralela al retablo se está realizando una intervención del Facistol del Coro, una pieza singular y de del siglo XVI obra del arquitecto Hernán Ruiz II, el mismo diseñador del Giraldillo, que incluye el desmontaje de las piezas, el tratamiento contra hongos e insectos, así como la retirada de varias capas de color, "ya que estaba concebido para ser mostrado en madera vista", según explicó el responsable de la restauración, Juan Carlos Castro.