La antigua facultad de Derecho recuperará su aspecto original

Un nuevo paso en la remodelación integral de la Fábrica de Tabacos para acoger un campus de humanidades con las facultades de Historia, Geografía, Filología y Filosofía, además de las dependencias del Rectorado. Tras la finalización de la transformación de las antiguas viviendas de los ingenieros y la tramitación de la restauración de las cuatro fachadas del conocido como patio del ajedrez, ahora toca el turno de otra zona de la antigua facultad de Derecho. El proyecto consiste en la reforma de la planta alta de las dependencias en torno al patio central de este centro para recuperar los pasillos principales y su estado primitivo.

Al variar las necesidades de la Universidad de Sevilla con el traslado de la facultad de Derecho al campus de Ramón y Cajal y la decisión de destinar el Rectorado para las carreras de humanidades, se plantea una nueva reforma regida por el plan director encaminada a devolver al edificio en la medida de lo posible su estado original a la vez que se adecua al nuevo programa funcional. El ámbito de actuación se limita a la crujía perimetral de ese patio, que contiene cuatro aulas (siendo una de ellas el Aula Magna) y ocho despachos, situándose éstos en las crujías de menor dimensión, coincidentes con la crujía original. En estos espacios se mantienen las bóvedas originales. La fachada del patio también será restaurada.

El plan director concibe la nueva organización funcional de forma que se comparten los espacios destinados a aulas, biblioteca general, servicios generales y servicios administrativos, y se reservan determinadas zonas para cada una de las facultades. El proyecto tiene por finalidad la adecuación de la crujía perimetral del patio como zona exclusiva de aulas que serán utilizadas por cualquiera de las facultades y de las dependencias situadas frente a éstas, dando a la Avenida del Cid los despachos. Teniendo en consideración el grado de intervención permitida, la reforma que se propone es la eliminación de cualquier elemento superpuesto y la recuperación de los espacios abovedados existentes. La nueva distribución responde a las nuevas necesidades, por lo que surgen aulas de menor tamaño. En total se crean 17 aulas de diversos tamaños, cinco despachos y una sala de juntas. Con el fin de recuperar la escala de los espacios interiores, así como clarificar los itinerarios, se tratará de conservar en la medida de lo posible la carpintería interior y los elementos decorativos creados en la última reforma.

La remodelación, que cuenta con una inversión de 2,1 millones (IVA incluido) para ejecutar en diez meses, afectará sobre 3.297 metros cuadrados y comenzará con el desmontado de la totalidad de los falsos techos, la demolición de algunas particiones y el desmontado de la solería actual. En cuanto a los revestimientos, deberán desmontarse los zócalos de las aulas situadas en la zona de estructura metálica y proceder al picado de las zonas pintadas al gotelé. En otras aulas se desmontará el revestimiento de corcho situado entre los arcos de la fábrica original. Las bóvedas originales presentan fisuras, por lo que deberán ser saneadas.

La falta de financiación ha relentizado uno de los mayores retos arquitectónicos de la historia de la Universidad de Sevilla: recuperar los valores arquitectónicos del Rectorado. Hasta la fecha se ha ejecutado un porcentaje muy bajo del Plan Director de Remodelación de la Fábrica de Tabacos, aprobado en 2009 y que contempla actuar en los 42.000 metros cuadrados útiles del inmueble. Ocho años después de su aprobación, sólo han finalizado las obras de remodelación de las antiguas viviendas de los ingenieros. Se trata de la zona más cercana a la capilla universitaria y que albergaba la Facultad de Derecho antes de su traslado en 2009 al campus de Pirotecnia. Es en este punto, y a raíz de las obras llevadas a cabo desde 2011 en su sótano, donde se ha producido uno de los hallazgos más interesantes sobre la historia del edificio: la existencia de un sistema antisísmico de cimentación del que no se tenía constancia hasta el momento. Bajo el edificio hay una serie de arcos invertidos que dotan al conjunto de una gran resistencia a los terremotos y de una especial fortaleza ante posibles asientos diferenciales en un terrero que, debido a su cercanía al río Guadalquivir, y al ya soterrado arroyo Tagarete, es especialmente inestable.

Uno de los objetivos del plan director es demoler las entreplantas, recuperando los primitivos espacios abovedados, recuperar las galerías de circulación de norte a sur y de este a oeste, dotar al edificio de nuevas medidas de seguridad y adaptarlo a las necesidades especiales de los discapacitados. Además, entre otros asuntos, contempla el traslado de Filología a la antigua sede de Derecho, anunciada por la Universidad en un principio para 2013, así como el traslado de Filosofía a la antigua Facultad de Ciencias y la remodelación del ala oeste, ocupada por Geografía e Historia. De forma paralela a todos estos trabajos, también se planteó la rehabilitación de la fachada del inmueble, que según la Universidad de Sevilla, ya se ha ejecutado cerca del 50% del total.

El proyecto de la Fábrica de Tabacos no es una obra cualquiera. Supone intervenir en uno de los edificios fabriles históricos más importantes de España (siglo XVIII) y el sancta sanctórum de la Universidad de Sevilla, el inmueble que lo identifica y le confiere su personalidad histórica (aunque no acogió a la Hispalense hasta 1952). Sólo la Universidad de Granada tiene en Andalucía un patrimonio inmueble semejante.