Así será la recuperación de los históricos bancos de las Delicias
La intervención busca reparar las patologías que presentan debido a su exposición a la intemperie y, especialmente, al vandalismo
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El Ayuntamiento de Sevilla ha sacado a licitación el proyecto para la restauración de los bancos del Paseo de las Delicias, ubicados en el tramo comprendido entre el Puente de San Telmo y el Puente de Los Remedios. Estos bancos, que forman parte del Muro de Defensa construido en 1917, presentan diversas patologías debido a su exposición a la intemperie y, sobre todo, al vandalismo. El presupuesto base de licitación (IVA incluido) se sitúa en 99.609,18 euros. El plazo previsto para la realización de las obras es de 5 meses.
Esta importante intervención en una zona sensible de la ciudad lleva varios años pendiente. La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico aprobó en diciembre de 2020 el proyecto de recuperación sobre los catorce bancos. Esa actuación nunca se llegó a acometer.
El objetivo principal del proyecto es recuperar la imagen original de los bancos del Paseo de las Delicias, devolviendo la totalidad de sus elementos compositivos y reparando las patologías que presentan debido a su exposición a la intemperie y, especialmente, al vandalismo. Con esta intervención se busca poner en valor este elemento patrimonial y mejorar la experiencia de los visitantes y usuarios del paseo.
Según el proyecto de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, la principal patología que afecta a los bancos es la pérdida de parte de sus elementos compositivos, especialmente las bolas decorativas y los pedestales sobre los que se asientan. De los 14 bancos existentes, solo dos conservan todos sus elementos originales. Esta situación se atribuye principalmente a actos vandálicos, ya que explicar la desaparición de 21 de las 28 bolas y pedestales en un periodo de tiempo tan corto por causas accidentales resulta poco probable.
Además de la pérdida de elementos, los bancos presentan otros problemas como suciedad generalizada, biofilm, disgregación del bizcocho, pérdida del llagueado y fisuras superficiales. Estas afecciones se deben a los agentes climáticos, la humedad, la contaminación atmosférica y la acción de microorganismos.
Propuesta de actuación para la restauración de los bancos
El proyecto de restauración se plantea desde el máximo respeto por la obra original, utilizando materiales y productos contrastados en cuanto a eficacia, reversibilidad y compatibilidad con la naturaleza material y la importancia cultural del bien. Las actuaciones previstas incluyen:
- Limpieza mediante proyección en seco de chorro de árido a baja presión.
- Tratamientos de consolidación para estabilizar el material en sus capas más superficiales.
- Sellado de pequeñas fisuras con cal aérea y carga de silicato molturado muy fino en suspensión acuosa.
- Reposición de juntas de unión y bordes con morteros siguiendo la textura y tonalidad cromática existentes.
- Reintegración de lagunas mediante la realización de matrices en poliestireno expandido y fabricación de moldes de las piezas faltantes en escayola.
Para dificultar la sustracción de las bolas, los remates se realizarán en una sola pieza de barro cocido imitando ladrillos, rellenos con mortero de cal dosificado y poliuretano, y fijados a las pilastras mediante varillas de acero inoxidable.
Importancia histórica y patrimonial del Paseo de las Delicias
El Paseo de las Delicias es un enclave de gran valor histórico y patrimonial para Sevilla. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, cuando el asistente Dávalos convirtió un antiguo camino en un hermoso paseo. Posteriormente, en el siglo XIX, el asistente Arjona continuó embelleciendo la zona con la plantación de árboles, la introducción de plantas exóticas y la instalación de diversos elementos ornamentales.
La creación de este muro de defensa comenzó a pergeñarse en 1903 ante la necesidad de defender a la ciudad de las inundaciones y crecidas del Guadalquivir. El asistente Sanz Larumbe plantea la modernización y ampliación del muro de defensa construido en el XIX. El tramo previsto entre el Puente de Isabel II y la Avenida de María Luisa se planteó como un elemento especial que debía integrarse en el entorno. Para ello, se diseñó un muro de ladrillo rojo con bancos del mismo material encastrados. La construcción de este tramo, fechado en 1917, correspondió al prestigioso arquitecto Vicente Traver.
Los bancos responden a la corriente arquitectónica del regionalismo dominante en la ciudad a principios del siglo XX. El muro, cuya base se sitúa en el Muelle de Nueva York, tiene una longitud de 400 metros y aparece desde el paseo con una altura aproximada de 90 cm, integrando los bancos intercalados cada 23,44 metros.
Originalmente, tanto los bancos como el resto del muro fueron construidos con ladrillo rojo de cazoleta. Los bancos miden 4,18 metros de ancho. A cada lado de los bancos, se levantan pequeños pilares cuadrados rematados por una moldura semicurva y un pequeño pedestal decreciente sobre el que se disponía una bola decorativa de ladrillo rojo de 0,22 cm de diámetro. Los asientos, que en su origen también eran de ladrillo, están actualmente recubiertos por piezas de mármol de Macael.
El muro de defensa del que forman parte los bancos se adaptaba también a las necesidades urbanísticas y portuarias relacionadas con la celebración de la Exposición Iberoamericana. La construcción de este tramo del dique coincidió con las obras para la Exposición, lo que cambió la fisonomía del lugar.
El Paseo de las Delicias está incluido en el Catálogo Complementario al Conjunto Histórico del Plan General de Ordenación Urbanística de Sevilla, permitiéndose en él solo obras de conservación, acondicionamiento, restauración y consolidación. En las proximidades del Paseo de las Delicias se ubican varios elementos patrimoniales de gran relevancia, como el Palacio de San Telmo, actual sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía; el Parque de María Luisa, uno de los principales pulmones verdes de la ciudad; y el Recinto de la Exposición Iberoamericana de 1929, que alberga edificios emblemáticos como la Plaza de España o el Pabellón Real.
Durante la ejecución de las obras, se deberá garantizar el uso y la circulación segura, cómoda, autónoma y continua de todas las personas en los itinerarios peatonales. En caso de que las obras no permitan mantener las condiciones del itinerario peatonal accesible habitual, se dispondrá de un itinerario alternativo debidamente señalizado.
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