El crimen de la Alameda

El autor del crimen de la Alameda, al jurado: "Era la víctima o yo"

  • José Antonio H. G. insiste en que mató al comerciante Manuel Flores después de que éste quisiera obligarle a mantener relaciones sexuales.

El joven José Antonio H. G., que se enfrenta a una condena de 23 años por el asesinato del comerciante de la Alameda Manuel Flores, de 45, ha defendido este jueves ante el jurado que no tuvo otra escapatoria que acabar con su vida después de que éste quisiera obligarle a mantener relaciones sexuales. “En su día era la víctima o yo”, ha sentenciado este jueves el acusado en su derecho a última palabra en el juicio que se ha seguido ante un jurado popular.

En su última intervención antes de que el jurado se retire a deliberar sobre los hechos, en los que una vez reconocido el crimen sólo queda determinar si los hechos constituyen un delito de homicidio o de asesinato y si hay circunstancias atenuantes en los mismos, el procesado ha defendido que en su momento reconoció los hechos “por su estado psicológico”, no porque pensara que esa confesión pudiera servirle para rebajar la posible condena. También ha dicho sobre el crimen que tuvo lugar el 9 de julio de 2011 en el domicilio de la víctima que “hoy en día no se sabe lo que pasó en la casa del fallecido”, por lo que “si pudiese volver atrás, no habría ocurrido”, y rogó al jurado para que tomen la decisión que tengan que tomar pero tengan en cuenta que en ese momento el enfrentamiento sólo podía acabar con uno de los dos con vida.

Su abogado defensor, José Javier Toucedo, ha planteado hasta tres circunstancias atenuantes –confesión, legítima defensa y arrebato-, por lo que ha solicitado una condena por homicidio de entre cinco y diez años, al afirmar que hubo una “refriega” entre ambos antes de que le asestara las 59 puñaladas y que el acusado, que según el letrado padece un trastorno mental que los peritos no han apreciado, se hallaba en una “situación límite”.  La defensa argumento que “no se puede pasar de hacer turismo familiar al asesinato con ensañamiento sin que haya algo en medio”, dijo el letrado en alusión a que las acusaciones sostienen que la muerte del comerciante se produjo después de visitar las Setas de la Encarnación, cuando regresaron al domicilio y se ducharon. El letrado consideró que los indicios sobre que hubo una lucha y una situación límite “son aplastantes” y consideró que, según los testimonios que han rendido los testigos en el juicio respecto a la personalidad de la víctima y su promiscuidad, cuando le planteó que tuvieran relaciones sexuales tenía que ser “sí o sí”, por lo que considera verosímil la versión del acusado de que fue el propio Manuel Flores quien cogió el cuchillo de la cocina y trató de agredir al inculpado.

En cualquier caso, José Javier Toucedo señaló que no existe alevosía ni ensañamiento en la conducta de su cliente.

Frente a la tesis de la defensa, la Fiscalía ha insistido en que el acusado “ha mentido” en determinados detalles de los hechos y “en el fondo”, como cuando ha negado que mantuviera relaciones sexuales con el fallecido a pesar del preservativo hallado con el perfil genético de ambos, y también considera que ha faltado a la verdad en cuanto dijo que consumieron drogas.

El fiscal descartó igualmente en su alegato final que existiera un intento de violación por parte del difunto y, en este sentido, recordó el testimonio de los testigos que han asegurado que Manuel Flores era una persona “confiada, generosa y” que tenía “éxito” en sus relaciones. Para la Fiscalía, no hay duda de que fue el acusado quien cogió el cuchillo y apuñaló a la víctima “por motivos que nunca vamos a conocer”, aunque sí precisó que esa “violenta” agresión constituyó un delito de asesinato con ensañamiento, por lo “inesperado y sorpresivo” del ataque y porque aumentó deliberadamente el sufrimiento de la víctima, que estuvo “viva” mientras recibió todas y cada una de las 59 puñaladas. Por último, la Fiscalía consideró que no ha quedado acreditada ninguna de las circunstancias atenuantes que ha planteado la defensa.

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