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Sevilla quiere poner en jaque el terrible mundo de las adicciones y las conductas pro-adictivas como el juego. Ese en el que es muy fácil entrar -y cada vez antes-, pero muy complicado encontrar la puerta de salida. El Ayuntamiento arrancará un ambicioso programa a partir de marzo del próximo año -hasta el 31 de diciembre de 2027- con un presupuesto de 1.368.206,07 de euros (IVA incluido), cuyo objetivo principal es "lograr la adecuada integración social entre las personas afectadas por las adicciones y su comunidad de referencia". Plan cuya licitación ya se ha anunciado y que se pondrá en marcha en los tres centros de día municipales -Macarena, Juan XXIII y Sur-, que desde este mismo año han ampliado sus horarios y han reforzado sus equipos profesionales.
El programa, indica el pliego de contratación, tiene cuatro destinatarios clave. Las personas afectadas, en primer lugar, "quienes debido al consumo de sustancias tipificadas como droga o a la práctica de determinadas conductas adictivas, presentan problemáticas de orden físico, psíquico, familiar o social, y en general a aquellos que estén en riesgo de desarrollarlas". También el "entorno de convivencia inmediato", es decir, la familia u otro tipo de grupo doméstico en directa relación con la persona afectada. Otro destinatario sería la "comunidad de referencia", ese "conjunto social en sentido más amplio que el de convivencia, tanto a nivel geográfico (barrio, distrito, etc.) como relacional (ocio, formativo, laboral, etc.), y en el que la persona afectada desarrolla diferentes grados de interacción". Por último, los profesionales, entidades públicas y privadas y movimientos ciudadanos que quieran "mejorar el conocimiento y la sensibilización respecto a este problema, precisen información y asesoramiento específico".
Teniendo en cuenta estos destinatarios, el contrato hace hincapié en cinco objetivos esenciales:
Se complementan y completan con otras metas como mejorar la autoestima de la persona afectada, asesorar y orientar en su proceso de inserción laboral, e impulsar el aprendizaje de habilidades personales y sociales. También hay objetivos para entorno de convivencia: promover la implicación de la familia, detectar relaciones internas que puedan dificultar el proceso con la persona afectada y ofrecer estrategias para afrontar conflictos y situaciones negativas.
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Los tres centros de día tendrán que iniciar diferentes estrategias para conseguir los objetivos marcados. En primer lugar, establecerán un Servicio de Acogida e Información que funcionará como "la puerta de entrada a los servicios que presta el centro, desde el que se registran y atienden de forma estructurada las demandas que se reciben, canalizándose a modo de triaje para la pertinente intervención profesional".
También se pondrá en marcha un Programa de Rehabilitación e Incorporación Social, en el que los profesionales tendrán que confeccionar una propuesta de plan de intervención y presentarla al usuario. En esta línea, establecerán un itinerario consensuado y personalizado para cada persona y desarrollarán actividades individuales y grupales, además de consultas terapéuticas psicológicas, sociales y de orientación laboral, en un período estimado de rehabilitación máximo de dieciocho meses.
Los centros tendrán un Programa de Atención Precoz, a través del que recibirán, valorarán y diseñarán la intervención y seguimiento en casos iniciales de conductas adictivas -vinculadas o no a sustancias que representen un riesgo para la propia persona y del entorno-. Se promoverán estilos de vida saludables en colectivos en riesgo, se desarrollarán factores de protección frente a las adicciones y se construirán espacios asistidos profesionalmente para la reflexión, el abordaje de la problemática y la búsqueda de acuerdos a nivel familiar y grupal. A través del Programa de Atención Precoz se confeccionarán e implementarán actividades en el ámbito social, cultural y deportivo adecuadas a la población juvenil, que incentiven y promuevan el abandono de conductas adictivas vinculadas o no a substancias, favoreciendo alternativas positivas de desarrollo personal y social. También se diseñarán itinerarios individualizados de promoción del empleo, facilitando el conocimiento y acceso a recursos formativos-laborales.
Todo se completa con un Programa de Seguimiento de Alta que incluye el acompañamiento a la incorporación sociolaboral, una vez finalice Programa de Rehabilitación e Incorporación Social. Por otro lado, se favorecerá el proceso de normalización social tras el alta, en el afrontamiento adecuado de situaciones de conflicto interpersonal, riesgo de consumo e inseguridades manteniendo una línea abierta, directa y rápida de contacto con el equipo profesional del centro. Se crearán grupos de apoyo presenciales o a través de internet y se facilitará el seguimiento y apoyo individual telemático.
La atención se desarrollará de forma presencial, tanto en abordajes individuales como grupales, sin perjuicio de ser complementada con la modalidad telemática en los casos y actividades que se entienda conveniente.
La prestación del servicio exigirá la dedicación de los siguientes profesionales:
En los tres centros de día habrá un psicólogo, un trabajador social, un educador social y un auxiliar administrativo. En alternancia entre los tres, habrá un coordinador interno, dos psicólogos, dos orientadores laborales y un animador sociocultural.
Para el desarrollo de las actuaciones, el Ayuntamiento "aportará los espacios físicos y su correspondiente mantenimiento, entendiéndose como tal, la conservación de estructuras, limpieza, desinfección, desinsectación, calefacción-refrigeración y cobertura de seguros relativos a los inmuebles".
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